viernes, 16 de junio de 2023

Elegisteis “Quémasda” como zombis vestidos de domingo.


         Se puede convencer a una persona para que se aferre a la vida, no se deje explotar, robar o esclavizar. Pero cuando un pueblo, una nación, una cultura deciden suicidarse nada puede detenerlos. Y es ante ese terrible y triste escenario ante el que nos encontramos. Mires donde mires solo ves signos de agonía, de postración ante el fin. Aquejados los pueblos, las naciones o las culturas por ese inconfundible estado de ausencia y resignación que acontece cuando alguien o algo, incluso sin saberlo expresamente, afronta el fin de sus días, todo se vuelve extraño, absurdo, onírico.

Las calles se llenan de paseantes sonámbulos, indiferentes ante los abusos, los crímenes o, sencillamente, la ocupación por parte de una fuerza extranjera de ilegales, menas o legales que lo son aquí pero no lo serían en ningún país regido por el estado de derecho. Unas gentes que vienen a destruir nuestro mundo armados tan solo con nuestra propia indefensión, cobardía e indiferencia. Y gracias, por supuesto, a que nuestros dirigentes se han convertido hace mucho tiempo en capos mafiosos que se pavonean sin ningún recato ni temor aireando sus fechorías en la confianza de que nunca tendrán que rendir cuentas. No en balde ellos pagan la nómina y deciden el futuro profesional y personal de policías, fiscales o jueces. Ni siquiera tienen que comprarlos o extorsionarlos.

Y como zombis vestidos de domingo, acudimos obedientes a las urnas cuando llega el momento de elegir tutor, capo de banda, cacique antiguo reencarnado desde los libros de historia en nuevo señorón. Y las elecciones se convierten en un concurso de popularidad en el que cada una de las bandas políticas concurren presentando a.… quien sea. Da igual. A un maniquí, por ejemplo. Alguien que simplemente repita la letanía de mentiras disfrazadas de promesas no importa dónde esté. Y eso fue lo que ocurrió.

El PP sencillamente envió a alguien. ¡Qué más da! Para recoger la cosecha electoral como quien cosecha trigo o cebada. Nadie lo conocía en nuestro pueblo. Nada dijo sobre nuestro pueblo. Nada ni nadie le importa de nuestro pueblo.

El PSC-CP lleva años creando un modelo de pueblo que no tiene que ver económicamente en la realidad, un pueblo hipotecado, pero da igual, todos como corderitos votando, sin pensar en las consecuencias que a teniendo en la población. 

¿Dónde esta la vocación de los políticos?. La nueva casta política han engrosado las nominas en la administración, es el nuevo modelo que han hecho de la política su "modus vivendi", que implantaron sin tener en cuenta la repercusión en las arcas municipales, vivir es el medio que esta clase política nos tiene acostumbrados.

Palafolls de mi alma. Y les votasteis. Y os convertisteis en él. En “Quémásda”, como zombis vestidos de domingo. Pero sí importa, porque es esa indiferencia, es la única arma que tienen los que quieren destruirnos o, simplemente, recolectar nuestros votos para hacer realidad su negocio, la política.

Dios sabe que lo intentamos y no pudimos. Y esa es nuestra pena: Ver impotentes cómo habéis confiado en fuerzas políticas, vuestro futuro, el de todos nosotros, a partidos que nada les importamos. Y es nuestra pena porque a Nosotros no nos interesa ni el poder ni medrar. Lo único que nos importa es eso: nosotros. Y esa es la razón por la que seguimos y seguiremos aquí cuando las promesas que os hicieron se vayan cayendo una a una y los votos, vuestros votos, nos roben el presente y el futuro, cuando la única respuesta a los problemas sea ninguna o, peor aún, insultos y acusaciones contra quienes vivimos aquí y no en un despacho encumbrado en una lejana torre de poder, cuando esos que enviaron a recoger vuestros votos, sencillamente hagan lo que en tantos otros lugares: Defender a quienes os roban la libertad y la prosperidad.

Únicamente quien esta seguro es Nosotros, que no se doblegara ante los parásitos.

Elegir a un cualquiera lleva implícito convertirse en cualquiera. Y una vez convertidos en “cualquieras” ya no le importáis, no le importamos a nadie, a ninguno de los que llegaron que vosotros no sois los dueños de vuestro pueblo, que no sois el poder sobre el que se asienta la democracia, sino los votantes. Porque para ellos no sois “nosotros” sois “esos”. Y lo más triste de todo es que finalmente, simplemente todos terminamos siendo “eso” porque elegisteis serlo.

Presidente de Nosotros, Partido de la Regeneración Social

Óscar Bermán Boldú