El islamismo es un sectarismo
ideológico totalitario, que a partir de una creencia en el ámbito de la fe
religiosa, es impuesta tiránicamente por sus seguidores en el ámbito de la
moral pública, la política, la economía, las ideas, y todos los aspectos y
facetas de la vida personal y social. Para comprobarlo basta leer el Corán y
examinar las leyes y costumbres de los países musulmanes.
El islam es el fundamento
religioso de una ideología política fanática y radicalmente intolerante, que
propugna la violencia y la imposición antidemocrática como método usual de
expansión mundial, en una supuesta guerra santa contra España, contra toda
Europa y contra todo el mundo occidental.
El islam es incompatible con
las tradiciones e identidades culturales
de las naciones europeas y occidentales.
Los islamistas discriminan y minusvaloran sistemáticamente la condición
femenina, y perpetran toda clase de abusos contra la libertad e intimidad
personal en el ámbito sexual.
El Corán no es sólo un libro
donde se plasman las creencias, costumbres y usos morales de unos pastores
semitas y nómadas del desierto de Arabia hace 1.400 años. El Corán es el libro
“sagrado” fundamental del que se deriva una ideología agresiva y expansionista
responsable de más de la mayoría de los conflictos violentos que existen en el
mundo; primero entre ellos mismos, y después contra todos los demás seres
humanos no musulmanes, sin importar su religión, su afinidad política o su
raza. Esta es la amenaza universal a la que nos enfrentamos.
La amenaza islamista es un
problema agravado por la financiación interesada y apoyo encubierto que los
islamistas reciben de poderes internacionales responsables o encubridores de
atentados de falsa bandera, y otros crímenes geoestratégicos que solo
benefician a la élite mundialista que dirige a servicios de inteligencia y de
la que forman parte los sátrapas saudís dueños de Arabia y los genocidas
sionistas dueños del Estado de Israel.
Ante este problema que nos
afecta directamente a los españoles, nosotros nos posicionamos de una manera
clara y rotunda; somos el partido identitario que tiene como principal eje
político la defensa de la indisoluble soberanía nacional del pueblo español, y
por ello estamos radicalmente en contra del multiculturalismo y su consecuente
proceso de sustitución poblacional.
|
Foto de alerta digital |
Nuestro objetivo prioritario
es liberar a España de sus enemigos internos y externos. Sabemos que los
españoles debemos rechazar las injerencias ajenas a los intereses comunes del
pueblo español, y más concretamente de los poderes promotores de la tiranía
mundialista llamada Nuevo Orden Mundial. Esos archimillonarios poderes
antinacionales, manipuladores, inhumanos, masónicos, usureros y belicistas,
tienen nombre, y aquí mencionare solo algunos
de los más importantes: La Alianza del Atlántico
Norte (OTAN), el Banco Central Europeo, el
Banco de Pagos Internacionales (BPI), el Banco Mundial, Black Rock, el Club
Bilderberg, el Club Bohemian Grove, el Club de Roma, el Consejo de Relaciones
Exteriores, el Pentágono, el Estado de Israel, el Estado Vaticano, la Familia
Rockefeller, la Familia Rothschild, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el
George Soros, el Instituto Tavistock, la Compañía de Jesús, la monarquía de
Arabia Saudita, la Logia B'naï B'rith, la Open Society Foundations, la Orden de
Malta, la Orden de Skull & Bones, la Organización de las Naciones Unidas
(ONU), la Organización mundial de la Salud (OMS), Planned Parenthood.
La Unión Europea está
trabajando contra la soberanía nacional de las naciones europeas, permitiendo
la invasión migratoria. Los poderes mundialistas promotores de este proceso de
sustitución poblacional tienen como objetivo estratégico la aniquilación de
Europa.
Los grandes medios de
comunicación que manipulan la opinión pública tratan de ocultar la verdad, y
recurren machaconamente al “lenguaje políticamente correcto”, al “pensamiento
único”, y también a difamaciones descalificatorias para silenciar a los que
hemos criticando la masiva invasión islámica desde el minuto uno. Nos han
tildado injustamente de racistas, y nos tildan de islamófobos, pero en buena
parte gracias a las redes sociales la sociedad puede ver hoy la realidad que
muchos de nosotros vimos antes.
Pero lo más grave de la
amenaza islamista es que pilla a España en un agudo proceso de descomposición
de su propia identidad, debatiéndose entre la secesión y la disolución, y
sufriendo la presión de un nuevo frente popular que con inconfesables apoyos
extranjeros ha conseguido una fractura nacional de difícil solución.
Y desde luego la
solución no vendrá del PP ni de VOX; su escisión y competencia. Ambos partidos
están dirigidos por ilusionistas vividores de la política, que hacen alarde de
patriotismo español al mismo tiempo que sirven de cauce controlado por el mismo
supremacismo sionista que financia al separatismo catalán y promueve el nuevo
orden mundial. Por muy necesitados de representación política que estemos los
patriotas españoles debemos abstenernos de ser ilusos y caer en la trampa de
partidos como VOX, dirigidos en la sombra por el peor enemigo de la libertad y
la prosperidad de los pueblos de Europa: el sionismo.