Después de unos días de reflexión
sobre el discurso de investidura del nuevo Alcalde de Palafolls de ERC, Francesc Alemany Martínez, hago
mis siguientes consideraciones.
Su discurso propio de investidura
institucional va más encaminado a dividir, que al bien común de los ciudadanos
de Palafolls. El nuevo alcalde debe centrarse en ejercer sus funciones
municipales evitando extralimitarse, y en entrometerse en asuntos políticos y
judiciales de ámbito nacional, para no incitar y dividir al pueblo.
Su
discurso plagado de
agradecimientos, pero de un vacío de contenido, ya que en su discurso no
ha
referido en ningún momento sus líneas básicas a seguir por el bien común
de los
ciudadanos de Palafolls, ya que en un acto de gran importancia como la
investidura, uno culminaría con los ejes básicos del presente y futuro a
seguir en Palafolls.
Quiero dejar claro, que el nuevo
alcalde ERC hace referencia a una atopia de una república catalana, donde tendría
que saber, que si él es Alcalde, es gracias a la legalidad que nos da la constitución
del 1978.
“Por cierto” El artículo 85.2 del
Reglamento de organización, funcionamiento y régimen jurídico de las Entidades
locales señala que la efigie del Rey Juan Carlos debe estar colocada en el salón
de sesiones de los ayuntamientos. La norma se incluye entre los requisitos de
celebración de los Plenos municipales, como en la entrada en vigor de la Ley 39/1981, del
29 de octubre de las banderas, en la sala de plenos.
«Respeto» a los acuerdos de «obligado
cumplimiento nuevo Alcalde ERC».
El nuevo alcalde se estrena
acuñando y haciendo suyo un concepto tan disparatado como absurdo:
"justicia social territorial.
Al nuevo alcalde hay que
recordarle que los experimentos se hacen con ratones de laboratorio, no con los
ciudadanos de Palafolls.
En definitiva, Gato escaldado, del agua fría
huye.
No lo
olvides, siempre cada uno recoge lo que siembra.
Óscar Bermán Boldú
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