Vemos que la perversión política a llegado a unos extremos
incalculables, no se trata solamente ya de la independencia, unos juegan
al role-playing game y otros a venderse a trozos el poder de las
instituciones, les importa un pimiento que las farmacias no cobren, ni
el servicio de ambulancias que no les paguen, que los hospitales estén
cerrando plantas, que muchas familias estén sufriendo por no tener un
plato de comer, que asalten el estado de derecho.
Unos gobernantes que están llevando a nuestra tierra al enfrentamiento entre buenos catalanes y malos catalanes.
Solo tenemos que ver el teatro formado por mediocres políticos en el parlamento catalán . Si esto le contáramos a nuestros antepasados nos dirían que todo esto es puro teatro.
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