Sr.
Mariano Rajoy, como usted sabe, soy concejal del Partido Popular en
Palafolls, una pequeña localidad barcelonesa. Cuando ingrese en el
Partido Popular hace más de 25 años, era el partido que mejor
podía encauzar políticamente los principios e ideas en los que
siempre hemos compartido cientos de miles de afiliados del Partido
Popular.
Como
tantos otros mi ingreso en el Partido que usted aun preside fue
motivado porque el Partido tenía entonces una posición clara en
cuestiones fundamentales: El derecho a la vida, la familia, la
moral natural, la unidad nacional de España. Si en su día
ingrese en el PP es porque me interesa España y la conservación de
los valores que este Partido dijo siempre defender.
Si
ingrese en el PP es porque defiendo el derecho a la vida, porque creo
en las raíces cristianas de nuestra sociedad, porque me preocupa el
futuro de las familias, porque creo en las ayudas a los buenos
emprendedores, en la libertad de todos, y sobre todo porque amo a
esta gran nación: España.
Porque
cuando miro a mi hijo Óscar, de siete años, me preocupa su futuro y
el de todos los niños españoles. Nadie me ha dado nada, ni he
recibido nunca compensación alguna por militar en este Partido.
Nadie podrá decirme nunca que me metí en el PP para obtener
prebendas ni privilegios. Por cierto, le hago entrega junta en este
escrito de 17 años de retribución como cargo público, certificados
por el secretario e interventora del ayuntamiento de Palafolls, con
su lectura cualquiera podrá darse cuenta del significado de mi
vocación.
Yo
ya era militante del PPC cuando muchos de los que ahora me atacan
militaban en otros partidos. Sé que algunos dirigentes, del que
hasta ahora ha sido mi Partido, no se han caracterizado nunca por
defender los principios generales que debe mantener un humanista
cristiano, entre ellos el de la lealtad al amigo y compañero, pero
esperaba otra cosa. A Jesús lo traiciono uno de los suyos y a mí me
han crucificado los de mi Partido, si Sr.
Rajoy, eso mismo relate en una entrevista al periodista del Diario
Digital (ALERTA DIGITAL, Sr. Armando Robles, un gran periodista).
Aunque
le admito, que estoy muy alejado hace tiempo de la dirección y de
los postulados ideológicos del Partido que usted preside, desde que
el Sr. Aznar cometió el error de cooptarlo como sucesor. Error del
que es evidente hace mucho que está completamente arrepentido. ¿Por
cierto?, Al expresidente Aznar le descalifican, algunos de los que
antes más le adulaban en el partido, por decir en público lo que
otros solo se atreven a murmurar en privado, si señor Rajoy. Se le
crítica con afán descalificador, pero nadie da explicación del
fondo de lo que dice. Nadie responde argumentalmente a sus críticas.
Respeto
profundamente a los miles de militantes que representan el
sentimiento genuino de la derecha tradicional, sin trampas,
complejos, ni experimentos extraños a nuestra tradición. A ellos me
debo y ellos son la razón principal por la que continúo en la brega
política en mi pueblo, Sr. Rajoy.
Hemos
visto que si te opones por ejemplo a una inmigración descontrolada
Sr. Rajoy, eres un xenófobo. Si haces frente a los insultos contra
la familia tradicional, te conviertes en un homófobo incorregible.
Si te refieres a la nula capacidad de integración del islam, ello
hace de tí un perturbador del desorden multicultural y
anticristiano. Si te atreves a discutir la veracidad de las cifras
sobre violencia domestica, pasas a engrosar la larga lista de
misóginos maltratadores ¿No se ha dado cuenta Sr, Rajoy del
sufrimiento real de los hombres maltratados, de las denuncias falsas,
de la imposibilidad de la custodia compartida por el hombre, y del
sufrimiento de miles de niños, padres y abuelos, por una ley injusta
y aprobada en dos meses por un irresponsable como fue el Ex Presiente
Zapatero, y que usted asumió sin necesidad, pues tenía la mayoría
absoluta para derogarla o modificarla en igualdad de condiciones.
Siempre
me ha parecido muy sorprendente que hayamos llegado al siglo XXI
todavía con ese feminismo antimasculino, ofensivo, absurdo,
inhumano, rancio y trasnochado, un feminismo radical y totalitario,
que mira hacia otro lado cuando se trata del islam, y que al mismo
tiempo influye en las legislaciones y marca la agenda política,
gracias a políticos como usted.
Ahora
bien Sr. Rajoy, si blasfemas o haces burla, mofa y befa de los
católicos y sus símbolos, de la institución militar o de la unidad
de la entera nación, entre otros muchos casos, que le intentare
explicar en este escrito, entonces te ampara el más sacrosanto y
sectario derecho concebido desde las terminales mediáticas del poder
político y económico: el de la libertad de expresión, cosa que
mi partido no ha tenido en cuenta conmigo.
Óscar
Bermán es ahora el extremista, dicho por algunos miembros de su
equipo, el reaccionario, un peligroso agitador contra la paz pública,
el empeñado en vivir agarrado al recuerdo de épocas pasadas.
Solo
en una sociedad tan moralmente corrosiva como la nuestra, los mismos
que asaltan capillas universitarias, que se mofan de las víctimas de
ETA, que jalean la puesta en libertad de Otegui o que insultan a los
cuerpos y fuerzas de seguridad en nombre de una falsa libertad, se
atreven a darnos lecciones de respeto y de ejemplaridad cívica.
Acuérdese
de la “poetisa” Dolors Miquel y la alcaldesa Ada Colau.
Yo
sabía que mis declaraciones a la alcaldesa Ada Colau iban a tener
una cierta respuesta, pero no hasta el punto de focalizar la
actualidad nacional con todo lo que está cayendo. Ada Colau se ha
significado por su actitud ultrajante y sectaria contra todo lo que
ha representado el Partido Popular, pero según Albiol y compañía
tenemos que tratarla con deferencia y delicadeza no vaya a enfadarse
la energúmena. Pero si yo, que me declaro católico antes que
político, le respondo de una forma más o menos afortunada, entonces
soy culpable por atreverme a rebasar ciertos límites que la
corrección política ha establecido como infranqueables, eso mismo
hacía referencia el inicio del expediente abierto por el Comité de
Derechos y Garantías Regional, Sr. Rajoy, y qué fue modificado por
la posible pérdida de votos, y la excusa perfecta para
expedientarme, que por cierto no entiendo cómo se puede cambiar
desde el punto jurídico un expediente en curso y modificarlo al
antojo de su equipo.
Lo
que hice al señalar la falta de idoneidad de Ada Colau para poder
ejercer la alcaldía de la segunda ciudad más importante de España
fue incorporar a mis críticas el ejemplo habitual cuando una persona
no está capacitada para el desempeño de un importante cargo. Podría
haber dicho que esta señora no está capacitada para ser presidenta
de su comunidad de vecinos y nadie se lo habría tomado como un
término menospreciativo para estas personas. Podría haber dicho que
Ada Colau no sabría gestionar ni un kiosco de chucherías, y nadie
le habría dado a mis palabras la relevancia que sí han tenido por
mencionar una profesión tan digna, imprescindible y respetable como
la de limpiadora. Dije en la entrevista que a esta señora no se le
conocía actividad profesional alguna antes de ser alcaldesa, y que
en una sociedad normal y sana habría tenido dificultades para
prosperar profesionalmente sin el amparo de la política.
Que
utilicé una dignísima e imprescindible actividad laboral de una
forma posiblemente desafortunada, puede ser, pero lo sustancial de
mis declaraciones no merece, ni de lejos, los insultos y las críticas
recibidas por tierra, mar y aire, hasta de mi Partido, por algunos
que tendrían que callar, pero mucho.
Y
si hablamos de ofensas a la dignidad de las mujeres, no he visto
imagen más denigratoria que la de Águeda Bañón, alias “Mis
Bragas” orinando en mitad de una calle de Murcia, y nombrada jefe
de prensa por Ada Colau.
Del
catálogo de insultos que mi partido ha recibido de la gente de
Podemos podríamos estar escribiendo horas y horas. Nos han insultado
desaforadamente tanto como han querido. Lo más suave que nos han
dicho es “fascistas”, “ladrones”, “torturadores”,
“corruptos”, “asesinos”… y nunca ví una reacción de
algunos dirigentes de mi partido tan desmedida como la que están
teniendo contra mí. Esa es la diferencia entre ellos y nosotros:
ellos se protegen y nosotros nos apuñalamos.
Cuando
el alcalde de mi pueblo llamó “nazis” a la Hermandad de
Caballeros Legionarios de Barcelona, nadie de su Partido (PSC) lo
desautorizo. ¿Vimos a los medios informativos destacar la noticia
con la saña con la que se han empleado contra mí?, no hombre, no,
ni mi partido condeno nada, esta es la diferencia señor Rajoy.
Defendí
a La Hermandad de caballeros Legionarios de Barcelona en contra del
equipo de gobierno de Palafolls y mi partido me dejó sólo.
Agredieron a mi padre en el Ayuntamiento y ni un sólo dirigente
regional y nacional mostró el más mínimo interés. He luchado
contra la corrupción, contra el separatismo, contra la izquierda más
sectaria e hispanófoba, por todo aquello que figura en nuestro
ideario político. Y lo hice con la mayor dignidad y capacidad que me
fue dada. Me he posicionado siempre en favor de las raíces
cristianas del PP y en contra de la islamización de nuestras
sociedades, y fui acusado de xenófobo por algunos de mis compañeros.
Me descalificaron por apoyar a Sr. Trump mientras permitieron a Celia
Villalobos y a Cristina Cifuentes posicionarse a favor de la
abortista Sra. Clinton. Muchos de mis compañeros me preguntaban por
qué aguantaba tanto.
Cuando
en un acto organizado por el Ayuntamiento de Barcelona presidido por
Ada Colau se versiona el Padrenuestro de forma blasfema, ¿vio usted
a los mass media que me atacaron reprender a Ada Colau por la
gratuita ofensa a los católicos?
Cuando
unos titiriteros contratados por Podemos montaron la que montaron en
un espectáculo infantil, ¿escuchó usted a alguien de ese partido
pedir la dimisión de la concejal de Cultura de Madrid?, no, señor
Rajoy, al contrario. Ellos hacen una piña. Nosotros, con nuestros
complejos ideológicos, dejamos solo al compañero como a Rita
Barbera, alcaldesa de Calpe, o al alcalde de Alcorcón, entre otros,
cuando sus opiniones son consideradas contrarias a la corrección
política que la izquierda nos exige a nosotros, pero a la que ellos
nunca están sujetos.
Si
quien denigra a la mujer es un ultraizquierdista, entra dentro de lo
anecdótico. Que un concejal de Podemos haga chistes sobre el
genocidio o se burle de Irene Villa, entra dentro de lo anecdótico.
Que unos titiriteros hablen de degollar banqueros, asesinar policías
y violar monjas, entra dentro de lo anecdótico. Que el hijo de la ex
alcaldesa socialista de Valencia anime a ETA a seguir matando, entra
dentro de lo anecdótico. Que un progre de Mallorca escriba que
quiere “follarse a Jesucristo”, entra dentro de lo anecdótico y
de la libertad de expresión.
En
cambio, si yo me atrevo a poner en duda la capacidad gestora de Ada
Colau, y sus inexistentes méritos curriculares, entonces esto
constituye una ofensa en toda regla a las reglas del respeto y a la
sacrosanta imagen de una mujer progresista.
La
diferencia entre la autoridad moral de ellos y la nuestra es que,
mientras mi partido me exige que me retracte, ellos nunca le pedirían
a Ada Colau que se retracte ante los católicos barceloneses, entre
los que me incluyo, por tantas ofensas gratuitas recibidas en los
últimos meses, o por las ofensas recibidas a nuestros Militares.
Luego ocurre lo que ocurre: que perdemos cuatro millones de votos en
las elecciones generales y algunos aún se preguntan por qué. Y no
obtiene respuesta. Claro que no, usted y su equipo no han permitido
que el PPC hiciera una reflexión profunda y autocritica de las
causas del declive continuado que lleva al Partido a la marginalidad
en Cataluña, justo cuando más falta hace una enérgica respuesta
nacional ante el avance del secesionismo. Donde está el debate de
las ideas, donde está la pedagogía que hace años que PPC no
realiza, por su incapacidad de reacción.
No
somos nosotros, los militantes, los que hemos traicionado los
principios del Partido Popular. Ha sido usted Sr. Rajoy quien ha
defraudado las expectativas que dan sentido a un partido nacional
español, de centro derecha, cristiano, occidental, liberal y
conservador.
Hemos
sufrido durante años un continuo desgaste debido a la mala imagen
del PP, incapaz de entusiasmar y movilizar a las bases del Partido.
Me pregunto qué tiene que ver el Partido fundado por Manuel Fraga y
refundado por José María Aznar con el Partido con Cristina
Cifuentes, Celia Villalobos, Andrea Levy, Javier Maroto o usted
mismo, por nombrar solo algunos destacados enemigos del humanismo
cristiano.
Gracias
a usted hoy el PP defiende el infanticidio prenatal, la ideología
degenerada, mal llamada ideología de género. Usted señor Rajoy con
mayoría absoluta ha continuado con la pro islamista Alianza de
Civilizaciones, con el pro batasuno Proceso de Paz, con la guerra
civilista ley de Memoria Histórica, y con todo el resto de basura
sectaria, intelectual y moral que conforma el legado de José Luís
Rodríguez Zapatero. Usted ha demostrado pasividad ante el
separatismo, premiando su deslealtad y financiando sus desafueros.
Dejándonos un gravísimo problema al conjunto de la sociedad
catalana en particular y al conjunto de la sociedad española en
general. Usted y su cuadro de comisarios se han dedicado a dejar que
el problema separatista se pudra y su gangrena antiespañola se
extienda afectando a toda la sociedad catalana.
Usted ha eludido su principal responsabilidad política ante una
ofensiva sediciosa cuya resolución no admite concesiones ni
debilidades.
¿En
qué queda la Constitución y el Estado de Derecho para los que
impunemente impulsan un proceso sedicioso de secesión? ¿Cómo
explicara en estos momentos a los militantes y cargos públicos la
actitud meliflua y desnortada de su vicepresidenta anunciando una
“operación dialogo” con los jefes separatistas, siempre
empecinados en imponernos al resto de españoles un delirante viaje a
ninguna parte, y que nos lleva directo al precipicio? A ellos usted
les trata de calmar, cuando lo que debería hacer, si tuviese lo que
evidentemente no tiene, es aplicarles todas las medidas excepcionales
que la ley prevé para una situación tan excepcional como la que
estamos padeciendo en Cataluña.
¿Qué
les dirá a los militantes y cargos públicos que nos hemos partido
la cara en Cataluña por el Partido? ¿O es que ya no se acuerda del
Pacto del Tinell? Donde todos los partidos firmaron un documento para
aislarnos.
Daniel
Sirera fue el último en ocuparse en defender a los militantes del
Partido, un gran político que usted dejo abandonado en el congreso
2008, ese es calvario que durante años he estado pagando, por eso he
estado aislado y puteado por el Partido Popular de Cataluña señor
Rajoy, y no es novedoso, en PP de Cataluña, cuando acabo el
congreso, dieron instrucciones que a los que apostemos por un cambio
con Daniel Sirera nos fulminaran, ya sabe que quiero decir, ¿Desde
el 2008 revise cuantas gestoras impuestas hay en las cuatro
provincias de Cataluña?. Usted prefirió a políticos sumisos y sin
criterio. Desde entonces nadie se ocupa realmente del Partido en
Cataluña. Solo se ocupan en medrar y enredar. Por si fuera poco,
hace años que ignoran a los pocos concejales que hemos seguido
defendiendo la vigencia de las ideas fundacionales del PP: La
honestidad, la familia, la concepción humanista y cristiana de
nuestra sociedad, la protección de los más débiles, la defensa de
la vida, la indisoluble unidad nacional de España.
No
creo que tenga que explicarle más de todo lo que tantos buenos
militantes hemos tenido que aguantar Sr. Rajoy por el caso Gurtel,
por lo de los sobresueldos, por el caso Bárcenas, por sus SMS al Sr.
Bárcenas, (“Luis, sé fuerte, etc.), perdone pero no tiene ni
comparación con el Expediente de apertura y ratificado por el
secretario J.C.Vera del Comité Nacional de Derechos y Garantías,
desestimando mi recurso de apelación, interpuesto al Comité
Regional del PPC, proponiendo mi suspensión de dos años de
militancia, porque según ellos he dañado gravemente el honor e
imagen del partido, de sus órganos y de sus miembros ¿Y usted que
hizo? Como muchos de dirigentes que usted arropa, como Alicia Sánchez
( Camarga ), por poner solo un ejemplo de tantos. Y después se dice
que el Partido Popular es una gran familia. No le envío este escrito
para justificarme, pues no tengo nada que justificar. Le envío este
escrito porque tengo la obligación moral y política de escribir al
aun presidente del Partido, y a diferencia de usted yo no hago
dejación ni delego mis obligaciones morales y políticas.
Me
siento muy decepcionado. He sido traicionado, no por el Partido, sino
por algunos de sus dirigentes. Tengo un prestigio profesional, y soy
un hombre honesto y de firmes principios. Si quieren comprobarlo
pueden preguntar por mí a los vecinos de Palafolls, incluso a los
que no me votan. No necesito vivir de la política. Ni me metí en el
Partido para lucrarme. No todos pueden decir lo mismo. Me metí en la
política para defender unas ideas que antes defendía el PP y que ya
no defiende.
Usted
ha traicionado y sigue traicionando los postulados que le eran
naturales y propios al Partido, y con su presidencia ha expulsado del
Partido a todos los que se han mantenido fieles a las ideas
fundacionales. Su proyecto Sr Rajoy (Si es que realmente tiene usted
algún proyecto nacional digno de tal nombre), no es el proyecto
político que pueda yo defender y representar.
Usted
no puede echar la culpa a otros de los efectos dañinos de su
política, cuando el problema es usted, que ha convertido el Partido
en su finca particular, al servicio de no se sabe muy bien que
intereses inconfesables.
Si
he resistido hasta hoy ha sido con la esperanza puesta en una
refundación que se sacuda de encima a usted y a sus paniaguados.
Pero usted ha conseguido su verdadero e inconfesado principal
objetivo, que el PP y Mariano Rajoy sean lo mismo: Usted, Mariano
Rajoy es el PP, y el PP es Mariano Rajoy.
El
PP ya no tiene remedio ni rectificación posible, y morirá
políticamente con usted. Ya no tiene ningún sentido ni objeto
seguir en este PP irremediablemente degenerado y convertido en el
Partido de la Traición a España.
Por
eso señor Rajoy el pasado día 2 de diciembre del 2016 celebre con
carácter extraordinario una asamblea de militantes y simpatizantes,
para explicarles mi posición y tomar una decisión respecto a mi
futuro, porque me debo a ellos. He sido fiel al PP durante más de
veinticinco años. Me he enfrentado como cargo público a los
separatistas y al terrorismo de ETA en la época en la que muchos
compañeros cayeron asesinados. He soportado insultos, injurias,
amenazas e intentos de agresiones. No me importó porque en ello me
iba mi compromiso como militante. Fui ultrajado por algunos
compañeros de la dirección catalana del PP y nacional, por mis
declaraciones contra algunos de mis compañeros, de Ada Colau o
contra las feministas radicales y tampoco me importó porque entendía
que estaba defendiendo la dignidad de mucha gente.
Nunca
antes hubiera siquiera llegado a imaginar en escribirle esta carta al
presidente del Partido del que he sido hasta la fecha activo
defensor. Pero lamentablemente su ausencia de valor y de valores me
deja solo una salida para continuar sirviendo a las ideas y
principios que siempre he defendido. Con esta carta le anuncio mí
baja como afiliado, y mi voluntad de combatir lo que usted tan bien
encarna: La ambigüedad moral, el pensamiento débil, la ausencia de
principios, la ausencia de coraje y la falta de patriotismo.
Por
ello, solicito al actual Presidente del Partido Popular Sr. Mariano
Rajoy, mi irrevocable baja de Militante del Partido Popular, y con
ello todos los cargos.
Un
saludo.
Palafolls
a 9 de Enero del 2017
Óscar
Bermán Boldú
Afiliado
número 16516
4 comentarios:
Oscar por si te sirbe saludo tu valentia politica y gallardia en la exposicion sin escusas y dando la cara por escrito al presidente del pp sr.Rajoy no estas solo en tus criticas a la mala Gestion en cataluña en particular ante los secesionistas un abrazo para no confundir mi posicion ante tus palabras no quisiera dejar de decir que soy hoy de upyd en cataluña pues la dejadez y abandono politico es compartido por los que defendemos ser Españoles en todo el territorio nacional español un fraternal abrazo
Una carta muy parecida a la que remitió mi querida Madre nada más darse curenta de lo que se le avecinía ya en el 2013. Nos ha traícionado el Brey
Un saludo un Vox
Señor Bermán. Tiene usted mi respeto y mi aplauso, pero yo le pregunto, ¿por qué no se acerca usted a VOX?
Señor le felicito por qué hace mucho no escucho a ningún miembro del partido decir las cosas tan claras. Tiene todo mi apoyo.
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