Óscar Bermán Boldú.- Retrato de una España a la que Pedro Sánchez está dejando morir.
Ayer mismo hablaba con un amigo de la situación terrible que estamos
viviendo y la necesidad de hacer algo. Es un buen hombre, un buen
patriota, un buen padre de familia. Después de soltar mi perorata. Se me
quedó mirando en silencio y dijo: ¿De verdad merece la pena salvar
esto? El poder político decide, como en los peores tiempos del terror
humano, quién vive y quién muere sin que nadie salga a la puerta de los
Hospitales denunciando una fábrica de eutanasia eugenésica todos los
días, o en los balcones este genocidio.
Deciden que mueran
nuestros padres y abuelos, esos que, gracias a su trabajo y sacrificio
tenemos ahora una sanidad que se ha hecho universal para todo el que
llega en patera o saltavallas, menos para ellos. Toda una vida pagando
para que ahora los dejen morir.
Esa es la heroica Resistencia que
los que sí resistieron de verdad, nuestros ancianos, se desechan en un
exterminio eugenésico propio de cualquier dictadura nacionalsocialista o
internacionalsocialista.
¿Esto es lo que quieres salvar?
Nadie con dos dedos de frente esperaba otra cosa del frente popular sino
incompetencia y crueldad. Homicidio y miseria. Pero ¿Y los nuestros? ¿Y
la oposición? ¿Dónde están mientras nos llevan a la ruina y se deja
morir a los españoles que sí salvaron de verdad España para que ahora
España los mate y los entierre como a perros? ¿Y el rey? El Rey tendría
que disolver las Cortes y colocar a personas decentes al gobierno hasta
que pasara esta crisis.
¿De verdad quieres que todos esos puedan
seguir en sus poltronas decidiendo nuestro futuro, nuestra vida y
nuestra muerte, como si no hubiera pasado nada? ¿Quieres salvarlos para
que sigan mandando, chupando, matando, arruinando? Porque eso es lo que
vas a hacer si salvas “Esto”.
No, ya no hay España que salvar.
Esto no puede ser España. No es España. Por eso no voy a hacer nada de
lo que haría por mi país. Porque no existe ya el país que yo imaginaba,
con ese buen pueblo inteligente, generoso y valiente. Ha muerto con su
pueblo. Con los que lo levantaron.
¿Qué luchemos para que los
capos de las bandas políticas colocados en las eléctricas bajen el
precio de la luz, o en el agua, gas? ¿Protesta alguien? No, aplauden
desde los balcones de sus celdas. ¿Qué intentemos despertar al pueblo, a
la oposición? Si son capaces de hacerse los dormidos en medio de este
infierno ¿merece la pena llamarlos? ¿Para qué se laven la cara y las
manos y digan “aquí” no ha pasado nada? Vamos a otro día. ¿Miremos el
futuro que los muertos nunca verán”?
Desengáñate. No hay nada que salvar, excepto tu familia.
Como un mazazo, sus palabras me atravesaron el cuerpo y no pude
reaccionar. Algo se rebelaba dentro de mí. Pero no sabía que era ni qué
quería. ¿Salvar esto? No ¿Salvar esta España y a los que la disfrutan?
No. ¿Crear una nueva España? Sí. Pero para eso hacen falta españoles
como los que estamos dejando morir en las cunetas de los hospitales por
orden del Frente Popular al que imponen y obedecen muchos de nuestros
médicos sin rechistar ni denunciar. ¿Quedan españoles de bien dispuestos
a acabar con la tiranía que está conduciendo a España al desastre? ¿No
se dan cuenta que el Frente Popular quiere empobrecer a la población
para asegurarse sus votos a través de las migajas que suelte? ¿Dónde
está esa España que se esfuerza y sale adelante pese a las adversidades?
¡Cómo añoro a mi España! ¡Cómo la vais a añorar todos!
Ex concejal en Palafolls (Barcelona), ex miembro de la Ejecutiva
regional del PP en Cataluña y en la actualidad presidente nacional de
Nosotros – Partido de la Regeneración Social
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