Óscar Bermán, responde a Maroto: “Marine Le Pen quiere evitar que personas como él terminen colgadas de una grúa”

Entrevista Alerta Digital - “Marine Le Pen tiene diez veces más agallas y más coraje que Javier Maroto. Mientras éste mariposea en el entramado político más corrupto desde los tiempos de Felipe González, Marine Le Pen se juega la vida cada día para evitar una Francia sin franceses y que personas como él (por Maroto) puedan terminar colgados de una grúa. Javier Maroto, una vez más, ha perdido una buena ocasión para cerrar su sucio pico”. Son palabras del concejal en Palafolls y candidato a liderar el proyecto identitario de SOLUCIONA en el próximo congreso nacional de Barcelona, Óscar Bermán, en respuesta al vicesecretario de Política Social y Sectorial del PP, Javier Maroto, quien ha calificado a la candidata del Frente Nacional Marine Le Pen, vencedora en la primera vuelta de las presidenciales francesas de este domingo, como un “enemigo” y un “riesgo” para el proyecto europeo, y ha comparado su partido, el Frente Nacional, con Podemos, asegurando que la única diferencia entre ambas formaciones es la islamofobia.

“Aquí no hay más enemigos para el pueblo que los que han convertido el PP en una banda delictiva dedicada durante años al saqueo y el fraude”, subrayó.

“Yo sé que la estrategia del mundialismo obliga a los dirigentes de mi ex partido a dar la espalda a cualquier proyecto identitario, pero al menos que tengan la decencia de no arremeter contra Marine Le Pen por defender por lo que todo francés bien nacido, en las dramáticas circunstancias actuales, debería defender. Oponerse a la islamización de Francia, o de España, no es defender la islamofobia, como oponerse al terrorismo de ETA no es defender la vascofobia. Millones de franceses tan o más honorables que el más honorable dirigente del PP, si es que queda alguno, han votado a Marine Le Pen. Para ellos, el identitarismo francés representa una didáctica oportunidad para que los políticos, los medios y la sociedad en general entiendan por fin la absoluta amenaza que plantea para nuestra sociedad el fanatismo islámico, y para que tome una conciencia real sobre lo extendido que está. En cambio, pese a ser capaces de atisbar la profundidad del problema, políticos como Maroto deciden darse la vuelta y mirar hacia otro lado, por miedo a lo que se pueda decir de ellos”, manifestó Bermán.

El edil catalán ahonda en la contradicción de que “homosexuales como Maroto” defiendan para Europa proyectos políticos que suponen el progresivo incremento de la población musulmana y, consiguientemente, el riesgo de que algún día impongan sus leyes islámicas “en lo relativo al castigo por tales prácticas”. Se pregunta a continuación “qué más evidencias necesitan personas como Maroto para percibir que el problema para ellas no son los políticos como Marine Le Pen, sino aquellos que están dispuestos a colgarlos en una grúa o lanzarlos al vacío desde lo alto de un edificio”, en referencia a los castigos que reciben los homosexuales en países como Irán y las zonas controladas por el Estado Islámico”.

Óscar Bermán reveló asimismo que sus problemas con Maroto arrancaron el día que rechazó acudir a su boda “gay” con Josema Rodríguez. “Creo que fui el único miembro del PP que declinó la invitación. Dije entonces y mantengo hoy que no encuentro serio ni lógico que los miembros de un partido que se llama democristiano participe en ceremonias civiles que representan una burla del sagrado sacramento del matrimonio”. Añade que, al rehusar la invitación y posicionarse en contra de que Mariano Rajoy acudiera al evento, “comenzaron a fluir mis problemas internos en el PP”.

Al hilo de los últimos casos de corrupción que vive su anterior partido, también se refiere a una serie discusión mantenida con Javier Maroto en la sede nacional de Génova, hace algunos meses. “Le ofrecí detalles sobre la corrupción de algunos altos cargos. También que en torno a la patronal madrileña y a sus directivos Arturo Fernández y Gerardo Díaz Ferrán, hoy en prisión, se formó una tupida red de intereses vinculadas a la Comunidad de Madrid. Le cité varias veces el nombre de Ignacio González. Maroto pretendió persuadirme de que me olvidara del tema y dejara que fueran los órganos de control del partido los que investigaran mis denuncias. Por eso no estoy hoy dispuesto a transigir con quien, en su vida pública y no tan pública, constituye un ejemplo de elasticidad moral que yo repruebo”.

Por último y preguntado de cara al resultado final de las elecciones presidenciales franceses, Óscar Bermán dice albergar “no demasiadas esperanzas”. “Es la lucha de todos contra Marine Le Pen. Por desgracia, Francia no es Estados Unidos. El mundialismo tiene en Emmanuel Macron a su candidato perfecto: banquero de Rotschild, sionista, bisexual y dispuesto a proseguir con la tarea aniquiladora puesta en marcha contra las poblaciones autóctonas europeas. En cualquier caso, hay que mantener la esperanza hasta el último instante y tratar en estas dos semanas de desarrollar una labor didáctica sobre lo que está en juego en Francia. Habría que formular una y otra vez la pregunta: ¿puede ser bueno para Francia lo que es bueno para los musulmanes que masivamente votarán a Macron para que la República gala termine transformándose en un Califato islámico?”.

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