El
veto de la izquierda y el separatismo catalán a los legionarios ha
encontrado un duro e inesperado escollo. El municipio barcelonés de
Palafolls podrá presumir algún día de haber hecho frente al tsunami
anticatólico con las credenciales legionarias como pertrecho. Palafolls
puede presumir hoy de ser uno de los escasísimos territorios catalanes
que tendrá el privilegio de ver procesionar a La Legión, que es y será
siempre un espectáculo mucho más saludable y reconfortante que la
Cataluña de roña y espinas que le ofrece el muy sectario y mandilero
alcalde de la ciudad, el socialista Valentí Agustí.
Pero no será una procesión cualquiera ya que, tras no recibir el
permiso municipal, los legionarios defenderán la libertad religiosa que
algunos se esmeran en minar. Una manera de eludir las prohibiciones que
ha tratado de imponer el Ayuntamiento hasta ayer mismo, con la firma de
un decreto por parte del alcalde desautorizando la presencia de los
legionarios de las calles de un pueblo que, acaso en rememoración de
épocas añosas, considera suyas.
El prodigio de ver a La Legión en Palafolls será posible gracias al
apoyo de los vecinos y, muy especialmente, al tesón del corajudo
portavoz municipal del PP en el Ayuntamiento y Hermano Mayor de la
Cofradía de Palafolls, Óscar Bermán, que ha dado un paso definitivo que
debería servir de aldabonazo contra las putrefactas conciencias que
dominan su partido: cuando los ideales patrióticos y religiosos superan
los complejos ideológicos y las tibiezas morales es cuando un hombre
puede sentirse plenamente libre. Los ideales trascendentales frente a
los ideales de letrina de los moragas, los villagrasa, los albiol, los
fernández… No es extraño que Óscar Bermán, en su cruzada por el honor de
La Legión y la dignidad de los católicos, no haya recibido ni una
difusa muestra de apoyo de la execrable dirigencia de su partido.
Una de las pintadas contra el “feixisme” aparecidas en las calles de Palafolls y que el alcalde no ha ordenado borrar
Frente a los ideales trascendentales que guiarán a centenares de
ciudadanos por las calles de Palafolls… el vacío que ofrece como terapia
social la izquierda piojosa y de guardarropía. Han convocado una
“cacerolada” frente al Ayuntamiento “contra el feixisme (fascismo)”. A
la cacerolada se han adherido lo peor y abyecto de cada casa. Para estos
robinsones del antifascismo, la tolerancia consiste en impedir a los
católicos que hagan exhibición pública de su fe. En su chato universo de
buenos o peores no caben sensibilidades que eleven la moral y el
espíritu más allá de la roña y la grasa capilar. Ver frente a ellos la
pulcritud y la elegancia de los legionarios es la peor forma que han
elegido para que la diferencia entre la sensibilidad humana y el
instinto animal no resulten tan llamativas ni escandalosas.
La Cofradía de Palafolls comenzará a procesionar a las 17,30 horas
desde la calle San Juan hasta la capilla de San Luis, acompañada por la
banda de música y una escuadra de gastadores de la Hermandad de Antiguos
Caballeros Legionarios de Barcelona. La expectación ha sido tal que
estarán presentes las principales cadenas nacionales de televisión.
También habrán exlegionarios y cofrades procedentes de muchos puntos de
la geografía catalana, en apoyo a un derecho fundamental que el alcalde
de Palafolls nunca habría negado si sus promotores hubiesen sido otros.
Profanación de la iglesia San Luís de Palafolls, especialidad de la izquierda perrofláutica
Óscar Bermán ha hecho un llamamiento a la participación y ha
subrayado la trascendencia de la Semana Santa: “La conmemoración de la
Semana Santa, en medio de una sociedad que está siendo deliberadamente
arrastrada al vacío espiritual, supone una reafirmación de nuestra fe
católica frente a los ataques de algunos partidos políticos. Sólo desde
la fe cristiana podremos concebir esperanza de una España y una Europa
mejor y más libre, sin las amenazas que planean sobre el porvenir de
nuestros hijos”.
Por último ha invitado al alcalde socialista a que esté presente.
“Nosotros no somos como él y sus insultos e injurias contra La Legión
nadie se las echará en cara. Aquí aprenderá que hay otra forma de vivir y
de pensar mucho más saludable. Aquí conocerá valores que nunca se
podrán conocer en las sedes de los partidos ni en las logias. Aquí
conocerá un estilo y una filosofía de vida que hace a los hombres más
dignos, más libres, más limpios y más decentes”.
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