M. J. Bosque.- El Comité de Derechos y Garantías del PP en Cataluña
ha informado al concejal de este partido en Palafolls, Óscar Bermán, de
la apertura de un expediente sancionador por sus críticas en Alerta
Digital a la alcaldesa radical de Barcelona, Ada Colau, así como por sus
declaraciones en este mismo medio contra la Ley de Violencia de Género,
contra la alcaldesa Ada Colau y contra las prácticas corruptas de
algunos ndirigentes del partido, entre otros asuntos. El vocal del
Comité de Derechos y Garantías, José Óscar Guardiola Gómez, será el
instructor del expediente, promovido a instancias del controvertido
presidente provincial, Alberto Villagrasa, denunciado hace años por
“mobbing y acoso” por Lydia Vargas, ex presidenta del PP en Sant Just
Desvern (Barcelona).
El expediente sancionador, según han adelantado a esta redacción
fuentes de la dirección provincial, incluye capturas de las
declaraciones del edil de Palafolls en Alerta Digital. La primera hace
relación a sus críticas a Mariano Rajoy por su inacción tras las elecciones del 20-D y también frente a los separatistas catalanes. La segunda incluye las manifestaciones de Bermán, también en AD, contra la Ley de Violencia de Género,
en las que puso en cuestión la veracidad de la mayoría de las denuncias
por maltrato. La tercera recoge sus aseveraciones relacionadas con los 7.000 euros que percibe cada mes el exalcalde de Badalona y jefe parlamentario del PP en el Parlament, Javier García Albiol,
muy cuestionado en Génova por su labor opositora en la Cámara catalana.
Asimismo, se consideran “desafortunadas y de mal gusto por entrar en
temas personales” sus manifestaciones en contra de la regidora barcelonesa (“En
una sociedad normal, Ada Colau estaría fregando suelos”). Se hace
igualmente mención a sus críticas contra dirigentes de su partido,
especialmente las que tienen relación con Villagrasa. Sorpresivamente,
el asunto de la “mamadita” queda soslayado en el informe.
Con Óscar Bermán hemos hablado hoy sobre este asunto.
- ¿Está preocupado por la apertura de un expediente sancionador?
Estoy, como Santa Teresa, sin vivir en mí (ríe). Los que no se
atrevieron a incoar un expediente a tiempo a las decenas de corruptos
que hicieron caja gracias al partido; o al señor Moragas por llamar puta
a la madre de un minero; o al propio Villagrasa por el asunto de la
“mamadita”, en cambio sí me lo abren a mí por defender alto y claro los
principios que deberían ser fundamentales en un partido que se dice
humanista-cristiano. Pero estoy tranquilo: las muestras de apoyo que
estoy recibiendo de compañeros de toda la región e incluso del resto de
España son lo bastante gratificantes como para sentir que mi trabajo
dentro del partido ha sido siempre en la dirección correcta.
– ¿Ha recibido alguna llamada de Génova?
Me han llamado algunos amigos que tengo en Génova para desautorizar a
los promotores del expediente. Me ampara además el derecho
constitucional a la libertad expresiva. El expediente pretende apartar,
de aquellos que nunca han sido honrados, los principios y la coherencia
ideológica que representamos mucha gente en el partido. El señor
Villagrasa tiene problemas mucho más importantes de los que preocuparse;
por ejemplo, de cómo justificará ante Génova el resultado catastrófico
que obtendrá el partido en la provincia de Barcelona el 26 de junio. El
problema es aún mayor cuando escucho decir a los propios militantes que
no volverán a votar al PP mientras Villagrasa siga al frente. ¿Cómo
entonces pretende convencer a los de fuera para que nos voten si es
incapaz de persuadir a los suyos propios?
- Participó usted el sábado en una cena con numerosos militantes críticos del PP en un restaurante de Gerona. ¿Podemos saber de qué hablaron?
Fue una reunión muy cordial de amigos y compañeros. En la reunión se
puso sobre todo de manifiesto el creciente descontento por la deriva del
partido en Cataluña. La regresión que supuso pasar de tener al
prestigioso notario Toni Bosch al frente del partido en Barcelona, a ser
liderados ahora, es un decir, por alguien como el señor Villagrasa, nos
está pasando factura. Antes éramos un partido fuerte y cohesionado y
ahora somos un grupo dividido y mal avenido. Hay un ambiente de
preocupación e inquietud en la militancia y en muchos representantes
municipales. Si esto sigue igual, de ser como somos hoy un partido
irrelevante en Cataluña, pasaremos a convertirnos en un grupo residual.
Creo que Génova terminará poniendo orden tras las elecciones de junio,
sobre todo cuando salgan a la luz algunas informaciones que estamos
recabando y que retratan a algunos personajes que se erigen en adalides
de la virtuosidad y del amor a la familia.
- ¿A qué atribuye esa enconada ojeriza del señor Villagrasa hacia usted?
Nada preocupa más a un político oportunista y mediocre que tenérselas
que ver con quien está en política por vocación y no por exigencia
económica. Eso me proporciona la libertad de decir lo que dicta mi
propia conciencia y no los manuales de campaña. En cualquier caso, dije y
repito que doy cada día gracias a Dios por no parecerme en nada al
señor Villagrasa. En nada. Él vive de la política y yo de mi trabajo. Él
es budista y yo católico. Él tiene que plegarse a lo que decidan otros y
yo sólo me postro ante Dios y ante mi patria.
- Ha apuntado usted la pertenencia del señor Villagrasa al budismo, un dato cuando menos pintoresco y curioso…
Cada uno es libre de profesar la creencia que quiera, siempre y
cuando esa decisión personal no lleve implícita la contradicción con
otros principios a mi juicio más elevados. Yo no sé, ni me importa, lo
que impele a un personaje como Villagrasa a hacerse budista, pero
entiendo que eso casa poco con los valores cristianos que el partido en
apariencia defiende. El budismo, como el islam, es sobre todo un estado
mental, que niega la existencia de una instancia exterior que nos dice
algo sobre la verdad de uno mismo, sobre lo bueno y sobre lo malo.
Muchos se hacen budistas por extravagancia. Desconozco, insisto, las
razones que han llevado al señor Villagrasa a dar ese paso, que yo
respeto, pero que no comprendo ni comprenderé nunca.
- Tal vez, dado que los budistas tienen la creencia de la reencarnación, puede haber llegado a reconocerse la reencarnación de una persona famosa del pasado.
En ese caso lo veo como la reencarnación de uno de esos bufones de la corte de Felipe IV pintados por Velázquez.
- Por cierto, parece que en el expediente sancionador no se
han incluído sus declaraciones favorables al anterior régimen de Franco.
¿No es extraño?
Con toda probabilidad para no soliviantar más aún los ánimos de esos
miles de votantes del PP catalán, que tienen una opinión sobre el
régimen franquista muy similar a la mía. Dirán que no está el horno para
perder más bollos. Cuando los principios se yuxtaponen a los cálculos
electorales o a la conveniencia del momento, el resultado se llama
Alberto Villagrasa. Y no sólo él: cuando algunos de nuestros actuales
dirigentes militaban en formaciones favorables a la independencia de
Cataluña, yo ya era atacado por los radicales por defender la unidad de
España y la imagen de mi partido.
- En la reunión de la ejecutiva provincial, Alberto Villagrasa llegó a decir de usted que había perdido la cabeza…
Sí, y añado que esto lo dijo el representante de una creencia según
la cual cualquiera de nosotros puede ser la reencarnación de una
hormiga. La dirección barcelonesa del PP ha llegado a tal grado de
confusión moral que, para algunos de ellos, perder la cabeza es defender
tus ideas con el mismo grado de convicción que la defendieron los
fundadores del partido. Para el señor Villagrasa, perder la cabeza es
defender la unidad de España, la unidad familiar, la identidad cristiana
de España, la regeneración ética y los valores humanísticos del
partido… y no por ejemplo haberse aprovechado del PP para que te regalen
un ático o para tener cien millones en un paraíso fiscal. Perder la
cabeza es trabajar por unas siglas durante más de veinte años, con la
rectitud y el compromiso de los que puedo presumir, y no por ejemplo,
siendo católicos, votando a favor del aborto o del matrimonio entre
personas del mismo sexo. Perder la cabeza es decirle a Ana Colau que en
una sociedad sana y decente y sana nunca habría llegado a ser alcaldesa
de Barcelona, y en cambio tener la cabeza en su sitio sería pedirle una
“mamadita” a una honrada y eficiente dirigente local de nuestro partido.
Al señor Villagrasa hace tiempo que dejé de tenerle algún respeto en lo
político. Tanto como para decirle que, si he perdido la cabeza, algo
harto discutible, yo sí puedo afirmar con rotundidad que él ha perdido
el honor, el decoro, la dignidad y la vergüenza.
- En la misma reunión, Villagrasa habló también de Alerta Digital…
Le aconsejaría que se limpiara la boca antes de pronunciar el nombre
de Alerta Digital. Dijo don Blas Piñar que Alerta Digital era un
revulsivo de la conciencia nacional. Yo digo que además de eso, Alerta
Digital es un revulsivo de todo aquello que engrandece y dignifica
nuestra condición humana, nuestra condición cristiana y nuestra
condición de españoles, más allá de nuestra pertenencia a uno u otro
partido. Alerta Digital es de las pocas cosas decentes e imprescindibles
que nos quedan en este país. Es el medio que mayoritariamente seguimos
los militantes catalanes del PP. Respeto y admiro tanto al director de
este medio que he logrado que mi hijo Óscar, de seis años, sea un
aficionado más del Atlético de Madrid (ríe). Entre un gigante como el
señor Robles y un pigmeo intelectual como el señor Villagrasa, cualquier
comparación entre ambos sería contraria a la lógica más elemental.
- En el expediente incoado contra usted, según nos han informado, se consideran “desafortunadas y de mal gusto” sus manifestaciones contra de Ada Colau.
Y no sólo no me retracto sino que, cada vez que Ada Colau denigre a
los católicos, al Ejército o a la unidad de nuestra patria, yo estaré
aquí para responderle. Mire, tan digna es una limpiadora, como una
alcaldesa, un empresario o un abogado de prostitutas del Raval. Son las
personas las que dignifican las profesiones y no al revés. Pero si
establecemos distingos en base a prejuicios clasistas, hagámoslo también
en base a cuestiones económicas. Cualquier humilde limpiadora gana diez
veces más que yo por representar al PP, soportando como he soportado
amemazas y actitudes intimidatorias durante años. Si alguien está en una
situación de desventaja somos los que hemos arriesgado el tipo por
estas siglas en el corazón de la Cataluña más profunda, ejerciendo la
acción política sin percibir nada a cambio, simplemente porque era
nuestro deber. Eso es lo que debería haber valorado el señor Villagrasa
antes de lanzarse de cabeza a la piscina por defender a una sujeta como
Ada Colau. ¿Cómo van a respetarnos el resto de los partidos catalanes si
somos incapaces de respetarnos a nosotros mismos?
Pero ya que hablamos del tema, lo desafortunado y de mal gusto fueron
las declaraciones de Ada Colau llamando criminales a todos los miembros
del PP. De mal gusto es el Padre Nuestro blasfemo que patrocinó, o sus
ataques al Ejército y a los católicos. Lo desafortunado es el
acomplejamiento permanente de algunos dirigentes de mi partido, al creer
que defendiendo a una alcaldesa tan impresentable como Ada Colau serían
redimidos del pecado original de pertenecer a un partido de derecha. De
mal gusto y denigrante para la condición femenina es pedirle una
“mamadita” a una compañera. No soy yo quien tendría que avergonzarse por
decirle a la alcaldesa de Barcelona posiblemente menos de lo que se
merecía.
- También ha sido incluído en el expedientes sus declaraciones contra la Ley de Violencia de Género y contra la veracidad de la mayoría de las denuncias por maltrato.
Y me reafirmo en lo entonces dicho. Sólo desde el erratismo
ideológico más absoluto se puede defender una ley como la de género. Con
la ideología de género el hombre moderno pretende librarse incluso de
las exigencias de su propio cuerpo: se considera un ser autónomo que se
construye a sí mismo; una pura voluntad que se autocrea y se convierte
en un dios para sí mismo. Y respecto a las denuncias falsas por
maltrato, hay centenares de informes y testimonios de reputados expertos
que lo ratifican.
-¿Votará usted al PP catalán en las elecciones generales de junio?
Prefiero no contestar.
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