La moción de censura del PSOE al Gobierno de Rajoy tiene
pocos visos. Pero su trascendencia no reside en el resultado sino
en su valor diagnóstico. Pone al descubierto la ansiedad de Pedro Sánchez, y de
todo el PSOE, por alcanzar el poder de cualquier modo y a cualquier precio.
Aunque el precio sea la construcción de una pintoresca confluencia de fuerzas
que tienen en común su desafección nacional a España, que recuerdan el Frente
Popular que se constituyó a principios de 1936, y dio lugar a la guerra civil. Esta
moción de censura es un tanteo de este nuevo “Frente Popular” para medir sus
fuerzas. Pero también es un aviso que nadie debería ignorar.
Mariano Rajoy, que disipó la mayoría absoluta más
abultada de la historia, ha llegado, en esta legislatura, a la culminación de
su inutilidad política. Ha dejado que el secesionismo destruya la convivencia
en Cataluña y ponga en jaque, dentro y fuera, a uno de los Estados modernos más
antiguos del mundo. Rajoy, envuelto en corrupción, en un régimen corrompido, y
con un CNI dedicado a tareas impropias (Vendettas, amedrentamientos y
detenciones estelares para tapar escándalos), culmina su paso por la política,
que dura toda su vida como adulto, convirtiendo el Estado de Derecho en Estado
de desecho, y haciendo imposible llamar verdadera democracia al régimen antiespañol
y anticonstitucional que sufrimos los españoles.
Así las cosas, precipitados los acontecimientos por la
sentencia Gurtel y, lo que es más grave, los negros nubarrones judiciales que
le pronostica, Mariano Rajoy y con él todo el silente y manso PP, dan lugar a
que ese anhelo frentista del PSOE tome cuerpo en la moción de censura y vaya
poco a poco encarnándose hasta las ya inevitables elecciones anticipadas. El
verdadero ensayo general de Frente Popular vendrá tras la previsible y parca
mayoría del PP, porque será entonces cuando secesionistas, socialistas y
comunistas confirmen que el “Centro” descentrado y la “Derecha” desecha son
absolutamente incapaces de ejercer el poder que el pueblo les entrego en las
urnas. Los promotores del nuevo Frente Popular que se nos viene encima saben
que las mociones de censura pueden perderlas en el Congreso pero ganarlas en la
calle, convenientemente apoyadas por el agit-prop de la prensa y medios contrarios
a los intereses de España.
Con esta moción de censura el PSOE, genuina
organización, abre el camino que nos lleva directamente a la reedición del
Frente Popular. Eso lo más preocupante de un asunto que, por lo demás, viene a
poner el fin que merece sobradamente el Presidente de Gobierno con más poder y menos
gallardía que hemos sufrido los españoles. Todos, incluidos los que le votaron,
y los ciegos voluntarios que aún le siguen. El nuevo Frente Popular que se nos
viene encima será el último daño, políticamente póstumo, que Mariano Rajoy y su
PP desnaturalizado nos infringirán.
Será entonces, cuando los enemigos del bien común y de la libertad se unan
de nuevo para acabar con España mediante una Confederación de taifas regionales.
Pero, también, cuando los partidos y las personas den la medida de su valía y de
su valor. Vendrán tiempos difíciles y, por eso mismo, llenos de esperanza,
porque traerán la ocasión de que los impostores y los parásitos desaparezcan
del escenario político, y los buenos españoles de siempre, los que en los
momentos más difíciles remontan marcadores imbatibles, tomen las riendas de
este gran país que aún sigue anhelando libertad, prosperidad y justicia,
mientras otros anhelan frentes, manadas y desgarros.
Presidente Nacional de Nosotros
(Partido de la
Regeneración Social)
Óscar Bermán Boldú
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