El tiempo pone a cada uno en su lugar, y esto es lo que
sucede cuando tantas promesas y tantas falsedades son reflejadas en la dejadez
del equipo de gobierno socialista. Dejadez que se ve ahora más que nunca en las
urbanizaciones y en las zonas industriales; si antes el dinero destinado a estas era mínimo y la limpieza
escasa, ahora que ya no hay ni un euro, el abandono es total, hierba creciendo
desmesuradamente, aceras rotas y dejadas y una limpieza totalmente deficiente. ¿Estas
son las promesas que durante tantos años ha ido dejando el magnate socialista?,
pues si, para que todos/as le votaran y seguir reinado en el “domini màgic”, y
que cuando alguien se quejaba, alegremente subsanaba con los mínimos posibles.
Pero es que ahora ya no dispone ni de mínimos, ya que si no se le acabarán los
antojos caprichosos para seguir redecorando el municipio con su simbología.
Es penoso ver cómo ha dilapidado cantidades desorbitadas de
dinero en magnificar su ego, para ahora contemplar ese pueblo que
urbanísticamente tanto le enorgullecía, en un municipio en el que la porquería
no se limpia y se acumula.
Ha recortado la limpieza, quiere subir los impuestos y para
colmo sigue manteniendo a un cargo de confianza que ni siquiera aprueba la
plaza que supuestamente se le hizo a medida.
Se ha permitido hasta en radio Palafolls anunciar públicamente
que no podían ni pagar las nominas de los trabajadores del Ayuntamiento, abría
que reflexionar porque se a llegado a este extremo, no asume en reconocer su
fracaso acusando a otras administraciones de no pagarles las subvenciones.
Señores/as despierten y contemplen la verdad que tanto tiempo
a escondido, esa que nos dice que ha hecho lo que le ha venido en gana, sin
pensar en nada más que en su propio ego, y ahora cuando ve el crepúsculo de su
reinado, vista la que esta cayendo, sólo le queda el dejar que el tiempo pase y
asegurarse una salida lo menos ruidosa posible y que los que vengan carguen con
lo que queda.
Va siendo hora de pedirles explicaciones, a esos que dentro
de su mundo ideal han dejado que la dejadez y la falta de vergüenza se
conviertan en un hábito común. Y a esos otros que por el vil dinero se han
vendido y ahora ven bien lo que otro tanto criticaban…
