miércoles, 25 de julio de 2018

Óscar Bermán ; Valle de los Caidos, descansar hermano junto a hermano. Paz, piedad, perdón.



En 1959 la convergencia salarial de España con los nueve países miembros de la CEE era del 59%. En 1975 era del 81,3%. En 1985 había descendido al 70,8% y en 2012 al 73,3%. El milagro económico español se produjo al final de la dictadura, convertida ya en dictablanda, y no en el régimen de la Transición, una democracia incompleta donde los partidos políticos se comportan como bandas mafiosas que controlan la Justicia, pilar esencial en cualquier estado de derecho, y establecen un dominio asfixiante sobre la economía, basado en el amiguismo, el enchufismo y las represalias judiciales, especialmente las del orden fiscal.
Durante los últimos 15 años de dictadura apenas se pagaban impuestos y el control normativo y jurídico de la vida del común de las personas era infinitamente menor a la descomunal burocracia que sufrimos hoy en día. Estaba vetada la libre actividad política y sancionadas conductas que atentaban contra la moral católica. A cambio, nunca en la Historia de España se produjo un cambio económico y social de las proporciones de esa última quincena del régimen franquista, destacando especialmente tres aspectos: el desarrollo industrial, la educación y el sistema de garantías sobre el que se construyó posteriormente el llamado estado de bienestar.
Durante el régimen de la Transición sólo esas garantías socio labórales se conservarían, incrementadas en gran medida a costa de un desproporcionado sistema fiscal que adquiere proporciones extractivas. La industria es desmantelada, para tranquilidad de las potencias dominantes de la UE, especialmente Alemania, a cambio de ayudas comunitarias para obras públicas que tuvieron como consecuencia un enorme trasvase de poder desde la economía privada en manos de ciudadanos, y empresas a la pública en manos de los partidos políticos. La educación, base del ascensor social que logra por prrimera vez en nuestra historia una clase media digna de las sociedades más avanzadas, se desploma debido al enchufismo que degrada el alto nivel de los educadores conseguido en la dictadura y por una política que confunde la igualdad de oportunidades con la igualación de resultados en contra del mérito y el esfuerzo.
La Transición, un régimen de compromiso que finalmente se ha enquistado en la corrupción generalizada sin lograr avanzar hasta modelos democráticos de nuestro entorno sociopolítico, como Francia, Alemania, Inglaterra o EEUU, tuvo un sólo fundamento: superar las heridas propias de la guerra civil y de los inevitables errores e injusticias de la dictadura, especialmente en lo referente a una innecesaria, contraproducente y asfixiante imposición de la moral católica y a los represaliados políticos, laborales y empresariales (estos dos últimos apenas existentes al final del régimen) desafectos con el régimen. Y es en ese espíritu de reconciliación que, sin duda, tenía también aspectos negativos para según qué partes, como fue posible establecer una convivencia de mutuo perdón y respeto para todas las ideas, personas y símbolos de nuestra historia reciente.
El Valle de los Caídos es un anticipo de esta Transición de la que nuestros dirigentes, convertidos en capos de bandas políticas, no han sido capaces de salir para llevarnos a una democracia plena, sólida y homologable con las mejores. Porque nadie debe olvidar que el proceso de transición lo inician los poderes del régimen de Franco desde ese espíritu lógicamente imperfecto pero notablemente eficaz de la reconciliación nacional que, guste más o menos a unos u otros, está representado materialmente en el Valle de los Caídos.
No es posible salir de la Transición para volver al lugar de donde ya salimos: el enfrentamiento irreconciliable. Sólo hay un camino, y es avanzar hacia una democracia plena sobre los cimientos de esa Transición de la que algunos no quieren salir y, otros, pretenden borrar de la Historia para regresar a las cloacas de la Historia. Por tanto, sólo hay una salida para el Valle de los Caídos: avanzar, y no retroceder, hasta convertirlo en un verdadero y pleno referente de la reconciliación nacional llevando allí, para reposar con igual dignidad y reconocimiento, a los españoles que vivieron en el bando perdedor, incluidos los que protagonizaron la Transición.
No hay otro destino para el Valle de los Caídos que convertirse en el lugar donde triunfan los vencidos y los vencedores sufren la más dulce de las derrotas: descansar hermano junto a hermano. Paz, piedad, perdón.

Presidente Nacional de Nosotros
(Partido de la Regeneración Social)
Óscar Bermán Boldú

jueves, 5 de julio de 2018

Óscar Bermán, "España gobernada por sus enemigos".


Si alguien albergaba alguna duda, ya ha sido disipada. George Soros visitó Madrid, y se reunió en secreto el pasado miércoles 27 de Junio, con Pedro Sánchez. Del contenido de esa reunión secreta el Gobierno de España no ha comunicado nada.

El viernes 29, Pedro Sánchez anuncia un acuerdo con Ángela Merkel para traer a España invasores africanos, a los que la canciller germana abrió las puertas de Europa en uno de los actos políticos más irresponsables en las últimas décadas. Pero ¿qué pasó antes de estos dos significativos sucesos?

Un gobierno de coalición asume el poder en Italia, nombrando al frente de la cartera de interior a Matteo Salvini, líder del partido “Liga Norte”. Salvini prohíbe e impide la entrada a puertos italianos de buques de ONGs que transportan hasta su destino europeo a los invasores africanos. Una decisión que en palabras del propio Salvini se mantendrá “hasta que se cansen los contrabandistas”.

Inmediatamente cunde el pánico entre aquellos gobiernos europeos que han promovido la invasión migratoria de Europa por parte de quienes huyen de países, continentes y “culturas” fabricantes de miseria, esclavitud e insolidaridad. Ángela Merkel, la gran responsable de la crisis de los “refugiados”, está siendo fuertemente cuestionada por sus socios de gobierno de la CSU, que amenazan con retirarle su apoyo si no se pone fin a la eurosuicida política “welcome refugees”, que nos puede llevar a la disgregación de la Unión Europea.

El problema de la inmigración ilegal pasa a ser, no un asunto de la obligatoria solidaridad intercontinental que nos exigen sólo a los europeos, sino el problema del fracaso de la mayoría de países africanos. Fracaso inducido por las mismas elites mundialistas que impulsan la sustitución poblacional de Europa.

Pero afortunadamente, en Europa todavía quedamos suficientes europeos dispuestos a combatir contra el suicidio nacional. Ejemplarmente los pueblos de Polonia, Eslovaquia, Chequia, Austria, Italia, han echado del poder a sus gobiernos irracionalmente buenistas, dirigidos por deleznables marionetas políticas al estilo de Pedro Sánchez. Gobiernos buenistas, muy generosos cuando es a cuenta de endeudar a sus naciones, y a costa del bolsillo de los contribuyentes europeos y del futuro de nuestros hijos.

Felizmente empieza la santa rebelión de los hombres libres contra la tiranía supranacional que representa George Soros, los Rothschild, los Rockefeller, o el Club Bilderberg, por citar solo a los más conocidos.

Los pueblos de Polonia. Eslovaquia, Chequia, Austria, Italia, son hoy un ejemplo de lo que debemos hacer en el resto de estados nacionales europeos, donde padecemos, como en España, a gobiernos sin capacidad de gobernar, y que se limitan a cumplir las órdenes que reciben de centros de poder supranacional.

Gobiernos títeres -como el del vendepatrias Pedro Sánchez-, que se niegan a hacer valer las fronteras nacionales, e impedir la entrada de barcos cómplices con las mafias cuya inagotable mercancía es la población africana más joven, sana y apta para reproducirse, y luchar... dentro de Europa. Quizás contra los europeos. Quién sabe, el futuro lo dirá. Pero por ahora, en pocos días, la oleada de pateras ha quintuplicado el número de invasores africanos del ya famoso “Aquarius”.

Es solo el inicio de una invasión masiva e insoportable. Esos invasores son conscientes de lo que está en juego, y del papel que les conviene representar. Y a través de un estudiado marketing político, asumen poses de refugiados humanitarios para manipular y apaciguar a la opinión pública e inducir la entrada de más invasores, en un proceso -sin fin, y gradualmente acelerado-, de sustitución poblacional masiva.

En suma, estamos ante lo que probablemente será el inicio del fin de Europa, a menos que le pongamos remedio mientras aun estamos a tiempo. Cosa que las instituciones que conforman la Unión Europea no parecen valorar en toda su trascendental dimensión. Comprobamos la pasividad de la UE, ante la probable muerte de Europa y los estados nacionales participes de la identidad europea. Y esta pasividad no es casual. Es el objetivo buscado por los grupos económicos, políticos y estratégicos encabezados por George Soros, que tienen complicidad y sintonía con importantes directores y ejecutivos de la UE. 

¿Por qué este plan de ingeniería social contra Europa? Pues porque una Europa de Estados soberanos, conscientes y defensores de su identidad nacional, es el mayor obstáculo para que la elite mundialista pueda lograr su gran objetivo: Una humanidad deshumanizada, masa homogénea y atomizada de individuos desarraigados, sin familia, sin patria, sin identidad, sin capacidad de disentir, sin capacidad de defenderse, sin capacidad de iniciativa económica, sin capacidad de resistencia política para salvaguardar su libertad personal y la libertad nacional de su patria.

Soros, los pocos que están por encima de Soros, y los muchos que reciben instrucciones de Soros, tienen como tarea permanente y objetivo prioritario destruir las ancestrales raíces de Europa, y el carácter europeo. Maravilloso crisol de valores culturales, artísticos, científicos, universales, de lealtad, de espiritualidad, de heroísmo, de racionalidad,  libre iniciativa, humanismo, cristianismo. También valores de libertad personal, identidad nacional, respeto a la diferencia cultural compatible, y solidaridad social recíproca.

Las élites secretas promotoras del Nuevo Orden Mundial pretenden acabar con la libre competencia, la capacidad de resistencia crítica, la libertad individual de las personas, y la libertad colectiva de las sociedades nacionales. El globalismo es su máscara o antifaz. Un globalismo constructor de acaparadores oligopolios industriales, impunes cárteles mafiosos, supranacionales organizaciones secretas, y sectas precursoras de la nueva religión mundial, una religión de apariencia sincrética y de fondo satánico, que hasta tiene siniestros partidarios en la curia vaticana, y cuya simbología es cada vez más visible en los grandes medios de desinformación y manipulación de masas.

Han elegido España como campo de pruebas de la destrucción de las soberanías nacionales europeas. ¿Por qué España? Pues porque por fin han logrado que la que durante siglos fue invita nación universal sea ahora el eslabón más débil de Europa. Con un Gobierno español en manos de un resentido y mezquino nuevo Frente Popular, formado nuevamente por los enemigos de España. Y bajo la propaganda sistemática de grandes medios de desinformación y manipulación de masas, controlados por los mismos multiculturalistas enemigos de la cultura europea en general y de la cultura española en particular. 

El problema más importante al que nos enfrentamos en el futuro inmediato, es el problema que ya están sufriendo los españoles más desfavorecidos a los que se les detraen recursos para dárselos a los mismos inmigrantes ilegales con los que compiten en desventaja por los pocos puestos de trabajo que es capaz de crear nuestra sociedad.

La España es hoy el eslabón más débil en lo político, pero a pesar de todo, lo mejor del pueblo español sigue llevando en su sangre suficientes genes de los héroes ancestrales de nuestra grandiosa historia universal.

El pueblo español es fuerte, siempre lo ha demostrado en los momentos más transcendentes de la historia. Si todo va mal España puede ser la herida por la que Europa se desangrará si no lo evitamos. Pero también podría ser el inicio de un vigoroso y esperanzador resurgir. Depende solo de nosotros los españoles. Si hacemos de la necesidad virtud, si los mejores españoles nos ponemos, por fin, de acuerdo y conformamos un solo vector de fuerza. Entonces, nosotros, el pueblo español, seremos capaces de salvarnos del infernal Nuevo Orden Mundial al que nos quieren precipitar. 


Presidente Nacional de Nosotros
(Partido de la Regeneración Social)
Óscar Bermán Boldú