martes, 27 de junio de 2017

Carta abierta a don Valentín Agustí Bassa, alcalde de Palafolls PSC ( Registro de entrada 4455/ 26/06/2017 en el Ayuntamiento de Palafolls)


Sr. Agustí, no le escribiría está carta, ni ninguna otra, si no fuese usted alcalde de mi pueblo. Le escribo la presente porque mi sentido del deber me obliga a denunciar públicamente su nefasta gestión como alcalde de Palafolls. 

Sr. Agustí, al inicio de la legislatura usted se comprometió expresamente a asumir su obligación legal, como alcalde, de convocar los plenos municipales. Obligación que está incumpliendo reiteradamente, valiéndose de excusas absurdas, ya que cuando a usted le ha interesado ha sido capaz de convertir a un ingeniero municipal en interventor accidental, y a un asesor urbanístico en secretario accidental.

Sr. alcalde, usted se empecina en poner trabas y limitar las funciones de control democrático que la oposición municipal tiene el derecho legal y el deber legítimo de ejercer. 

Sr. alcalde, es intolerable su constante empecinamiento en modificar arteramente las convocatorias de las Comisiones Informativas, para impedir la asistencia a miembros de la oposición, ya que usted tiene conocimiento de las obligaciones laborales y profesionales que condicionan y limitan sus agendas y disponibilidad. 

Sr. alcalde, en la práctica usted ha sustraído competencias al Pleno Municipal donde estamos representados todos, y se ha apropiado irregularmente de funciones que no le pertenecen, trasladándolas a la Junta de Gobierno Municipal, donde usted hace y deshace a su antojo, sin transparencia, al modo caciquil, y sin ningún control democrático que le pueda vigilar o criticar. 

Sr. alcalde, usted -hipócritamente, y solo de cara al escaparate-, hace ver como que nos pide colaboración, pero nuestras propuestas son ignoradas y silenciadas sistemáticamente, y la única respuesta que hemos obtenido a nuestras ofertas de colaboración han sido burlas, ninguneos y desprecios por su parte. 

Sr. alcalde, usted ha pervertido el Ayuntamiento de Palafolls, lo ha convertido en su cortijo, y lo ha puesto al servicio de su interés individual. 

Sr. alcalde, después de haberse jubilado como médico usted tiene la desfachatez de concederse a sí mismo el lucrativo privilegio de utilizar dependencias públicas como su consultorio de psiquiatría. Y no será por necesidad, solo para que no vuelen sus votantes. 

Sr. alcalde, llevamos dos años de legislatura y su incapacidad para gestionar el patrimonio municipal ha degenerado en parálisis de gobierno. Usted ha malvendido un patrimonio que no es suyo, perjudicando económicamente al conjunto de los ciudadanos de Palafolls. 

Sr. alcalde, hace años le vengo advirtiendo que las inversiones faraónicas, que en su día usted propuso y realizo, serían insostenibles de mantener en el futuro, como así ha sido, y usted mismo ha confesado en radio Palafolls, el reto en el futuro será el mantenimiento. Usted sabía entonces, o debería haber sabido, que era imposible el mantenimiento de estas infraestructuras sin contar con suficientes recursos. Esa fue su equivocación -una más-, realizar “grandes obras” para ganar los votos de los votantes menos previsores. 

Usted no supo ver ni prevenir entonces lo que iba a ocurrir después, y -consecuencia de su falta de previsión-, Palafolls padece una carga inútil que no puede pagar. Gobernar es prever y proveer, y usted no ha hecho ninguna de las dos cosas. 

Sr. alcalde, usted elude siempre asumir la responsabilidad de sus equivocaciones y carga el peso de sus errores sobre las espaldas de los ciudadanos de Palafolls, con subidas de impuestos y tasas municipales. Su alcaldía hace aguas y amenaza con ahogar al pueblo de Palafolls. 

Sr. alcalde, reiteradas veces le aconsejado que en los presupuestos municipales invierta en asfaltado de las calles, por el mal estado general, y en pintar todas las señalizaciones de pasos de cebra y stop. Otro caso de desidia por su parte es el polígono industrial Mas Puigvert, que lleva más de 17 años sin ejecutar el alumbrado público, mire como están las barriadas y urbanizaciones. 

Sr. alcalde, usted ha dividido el municipio en clases de primera y de segunda, y solo tiene en cuenta a la gente vip del municipio. Usted exhibe en la fachada del ayuntamiento una pancarta con el lema “# Volem Acollir”, pero como alcalde de Palafolls nunca ha ayudado a la gente humilde trabajadora ni a las familias necesitadas. Nunca se ha molestado en la situación general de los ciudadanos más desfavorecidos de nuestro municipio, cuando debería usted preocuparse y ocuparse por el nivel adquisitivo de los ciudadanos de Palafolls, que -en parte “gracias” a usted-, es en el más pobre de toda la comarca del Maresme. 

Sr. alcalde, su actitud hostil contra los agentes de la policía municipal provoco lo que usted quería, que se marchasen a otros municipios, para así dejar sitio a interinos de su agrado, jugando a clientelismo político con la seguridad de todos. Este hecho deleznable ha producido un deterioro de la seguridad en el municipio, solo hace falta ver cómo está la urbanización Ciudad Jardín, con profusión de viviendas ocupadas, y plantaciones de marihuana, donde su incompetencia como alcalde ha provocado la intervención policial de los Cuerpos de Seguridad del Estado. 

Sr. alcalde, usted ha convertido parques municipales en malolientes depósitos de mierda. A usted no parece importarle cómo está el municipio de Palafolls -mi pueblo-. Es evidente que entre sus prioridades no figura el servir al bien común de los ciudadanos de Palafolls, a los que usted tan pésimamente representa. 

Sr. alcalde, usted hace mucha propaganda “informativa” para distraer y ocultar su escasa e impresentable acción de gobierno, de la cual cabe destacar sus extralimitaciones en su afán anticristiano y antiespañol contra la muy humilde y devota procesión legionaria de Semana Santa, en el popular y obrero barrio de San Luis. 

Sr. Valentín Agustí, usted ha dado sobradas muestras de no merecer ser cargo público ni alcalde de ningún municipio, y aún menos de serlo de mi amado pueblo, Palafolls. Pueblo en el que vivo desde hace décadas y en el que he formado mi familia, a diferencia de usted, que prefiere mantener su residencia lejos de Palafolls.

Sr. Valentín Agustí, por mi compromiso con el pueblo de Palafolls, por higiene democrática, y por salud pública, estoy considerando la posibilidad de iniciar un proceso de reprobación contra usted. Intención que anuncio por medio de esta carta y a la cual procederé si concito suficientes apoyos y colaboración entre los ciudadanos, comunidades de vecinos, familias y empresas de Palafolls. 

             Óscar Bermán 
             Grupo municipal no adscrito
             Ayuntamiento de Palafolls 

jueves, 1 de junio de 2017

Hay una guerra y esta guerra es mundial en Europa, el mundo occidental en manos de la sumisión del islam.


 Tras la masacre de Manchester se ha producido la misma secuencia de reacciones mediáticas y oficiales que vienen repitiéndose de forma automática ante los atentados cometidos por islamistas. Una retáila de tópicos que busca desesperadamente mostrar que ese enésimo ataque es obra de individuos o grupos minoritarios que defienden un islam radical. Cualquiera que pretenda generalizar las causas de esta violencia al conjunto del mundo islámico es tachado islamófobo. La forma más sencilla de acallar una opinión es ponerle un nombre oprobioso: reaccionarios, revolucionarios, homófobos, xenófobos… Pero toda esta máquina propagandística de desinformación y demonización encuentra un muro infranqueable cuando se enfrenta a los hechos y a la razón desnuda y coherente.

No son todos los musulmanes. Tampoco todos los nazis cometían atrocidades. Pero todos los nazis guardaban silencio. No todos los comunistas cometían atrocidades, pero todos los comunistas guardaban silencio. No todos los musulmanes cometen atrocidades, pero el mundo musulmán guarda silencio. Apenas existen voces en el mundo musulmán que denuncien los crímenes cometidos en nombre del Islam. Mucho menos manifestaciones públicas. Pero este hecho, absolutamente esclarecedor, no es el sustancial. ¿Acaso porque no todos los nazis o los comunistas cometieran crímenes esas ideologías han quedado a salvo de la condena generalizada?.

En el mundo occidental, donde además de libertad y progreso gozamos de una autocrítica ejemplar, el nazismo está considerado, en sí mismo, una ideología criminal y liberticida. En menor medida, debido a la propaganda de una izquierda política basada, entre otras cosas, en la propaganda, el comunismo también es considerado una ideología colectivista y liberticida que ha causado tanta muerte y sufrimiento, si no más, que el nazismo.

No es, pues, suficiente con apelar a que los crímenes los cometen sólo unos pocos musulmanes para exonerar al Islam como una ideología totalitaria y violenta.

Islam significa “sumisión”. ¿Se imaginan qué diríamos en el mundo occidental, o en el ancho mundo que envidia-odia al nuestro si surgiera entre nosotros una ideología religiosa o política que se llamara, por ejemplo, “sumisión”, “apartheid” o “supremacismo”? Resulta esclarecedor que a nuestro modelo de sociedad nos guste llamarlo no “sumisión” sino “Mundo libre”.

No es necesario llevar a cabo una análisis de los preceptos que el Islam defiende y que en la inmensa mayoría de los países donde dominan se imponen y que son contrarios a los derechos humanos más elementales reconocidos por la inmensa mayoría de la Humanidad. Basta con los hechos.

El Islam no es una simple religión. Esa es la piel de cordero mediante la que pretenden, los musulmanes y sus dementes aliados en el mundo libre, ocultar que se trata de una ideología totalitaria que desprecia los derechos humanos, la libertad, la igualdad y la dignidad de las personas. Una ideología integral e integrista que, exactamente igual que el nazismo o el comunismo, pretende imponer sus preceptos religiosos, morales, económicos y políticos a toda la sociedad en todas partes del mundo. Una ideología invasiva de todos los ámbitos de la existencia que alienta la violencia para expandirse y el terror para llevar a la sumisión o a la tumba a quienes se resisten.

Y esta ideología integral, como todas las que han ido surgiendo a lo largo de la Historia, nos ha llevado a una guerra mundial. ¿Exageración?.

Es verdad que, por mucho horror que generen los atentados terroristas, tienen una escala infinitamente menor que la violencia usada en una guerra convencional. Pero esto es, simplemente, una muestra de la debilidad y el fracaso histórico de la civilización surgida bajo el yugo del Islam, que ha sido incapaz de generar libertad y, por tanto, progreso. Es por eso que los musulmanes huyen desesperados hacia el paraíso occidental. No tienen capacidad tecnológica para el progreso y el bien ni, tampoco, para el mal. No poseen capacidad militar suficiente como para enfrentar una guerra abierta a no ser entre ellos mismos. Contra el resto del mundo sólo pueden oponer la cobardía del terrorismo o, como mucho, las guerra de guerrillas.

Hay una guerra y esta guerra es mundial ¿Acaso la extensión de la misma no es mayor que la que se dio en la última gran guerra?.

Un hecho esencial sobre el que los negacionistas intentan histéricamente pasar de largo, nos da la respuesta: Más del 90% de los conflictos violentos que existen en el Mundo están protagonizados por musulmanes, al menos, en uno de los bandos contendientes. Los musulmanes se encuentran enfrentados con sus vecinos o sus huéspedes en todos los lugares y contra toda clase de personas: Blancos, negros, amarillos, católicos, ortodoxos, protestantes, hindúes, animistas, budistas, taoístas, ateos, de izquierdas, de derechas, en Europa, Asia, África, América y Oceanía. Si esto no es una guerra mundial ¿qué lo es?.

El Islam es, hoy, la mayor amenaza ideológica que sufre la Humanidad. Los musulmanes tienen un grave problema con que les afecta a ellos y que pretenden exportar al resto del mundo. Son ellos los que tienen que luchar por erradicar esa ideología integral y totalitaria para quedarse con sus creencias religiosas y salir de la Edad media, como nosotros supimos hacer, convirtiendo al cristianismo en una religión y no en una imposición total.

Nosotros tenemos otro grave problema: los negacionistas y colaboracionistas con esa ideología integral de dominación a la que defienden respondiendo con tópicos y palabras demonizadoras: islamófobo, racista, insolidario. Pero nadie está contra los árabes, los creyentes o los pobres. Sí contra el nazismo, el comunismo o el islamismo.

Óscar Bermán