La inmigración masiva aparece como uno de los resortes
destacados que están impulsando el crecimiento de opciones políticas que
pretenden preservar la identidad de los pueblos de Europa en su
idiosincrasia nacional y común. No se trata, aunque también, de la
imposibilidad de acoger a millones de refugiados económicos sin que se
deteriore la calidad de vida de los europeos hasta límites
insoportables. Se trata de la supervivencia de un modelo de sociedad, el
europeo, que es señal y símbolo del
mayor desarrollo económico, tecnológico, social, político y humano de
toda la historia de la Humanidad. No es simplemente que la inmigración
masiva lleve a una tercermundialización de las condiciones de trabajo de
los europeos, sometidos a la competencia desleal de unos inmigrantes
con menores expectativas de calidad de vida, dispuestos a cobrar menos y
sostenidos por un demencial sistema de ayudas que discrimina a los
ciudadanos europeos. Es eso. Pero es, sobre todo, en el descontrol de
esa inmigración donde reside su principal peligro en la medida que
supone permitir la entrada a colectivos que no tienen el menor interés
de participar del modelo europeo de vida sino todo lo contrario:
pretenden destruirlo.
Presidente Nacional de Nosotros
Óscar Bermán Boldú
Óscar Bermán Boldú
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