La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la izquierda

“Es hora de que mi partido se plante como yo y diga que hasta aquí
hemos llegado. Una democracia es una fórmula sana y recomendable si
permite el ejercicio del poder por parte de los mejores. En cambio, una
democracia se degrada y se lumpemiza si los que están al frente de las
instituciones son los peores, los menos preparados. En la Grecia
Antigua, el pueblo estaba dirigido por los más sabios. Hoy una parte del
pueblo español está siendo dominado por la peor gentuza que cabría
imaginar hace unos años. Ada Colau es el mejor ejemplo”.
Tal y como recogen algunos análisis, señala Bermán que los primeros
nueve meses del mandato de Colau han estado marcados por la ejecución de
decisiones políticas ideológicamente sesgadas que, lejos de atender las
necesidades del conjunto de los barceloneses, pretenden hacer guiños al
sector más radical de la izquierda al que aspira a representar. “No
espero nada de Ada Colau ni voy a ser tan ingenuo de esperar que cambie
esta especie de Carmen de Mairena en versión caricaturesca. Es una
descerebrada llena de odio y de fobias salvajes. Representa todo lo
contrario que yo defiendo. Fue incapaz de terminar sus estudios
universitarios y eso ya la acredita como una vaga incorregible, como una
floja redomada, como una incapaz que supo, eso sí, aprovechar oportuna y
mediáticamente el descontento de un sector social ante determinadas
medidas judiciales para vivir hoy como una millonaria. Dados sus
escasísimos méritos curriculares y su absoluta ineficacia como gestora,
en una sociedad seria y sana estaría limpiando suelos y no de alcaldesa
de Barcelona. Con todos mis respetos a las dignísimas limpiadoras”.
“Pusilanimería” de la Iglesia
De las medidas anticatólicas de Ada Colau, primero cuestionó la
capilla situada dentro de la casa consistorial, impidió que el castillo
de Montjuic albergara una misa en recuerdo de las víctimas de la Guerra
Civil que se llevaba celebrando desde hace 35 años y excluyó de los
actos oficiales la tradicional misa en la Basílica de la Virgen de la
Merced -patrona de Barcelona junto a Santa Eulalia- argumentando que
aboga por la “diversidad religiosa” de la ciudad. En noviembre Ada Colau
volvió a dar muestras del sesgo anticatólico con el que quiere marcar
su paso por el Ayuntamiento y dio otro palo a los católicos
barceloneses: decretó que no habría Navidad y que lo que se celebraría
sería el solsticio de invierno.
El pasado 15 de febrero tuvo lugar la última ofensa a los católicos
con un padrenuestro blasfemo. Esa tarde, el portavoz del PP en el
Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, se vio obligado a
abandonar la ceremonia de entrega de los premios Ciutat de Barcelona por
la lectura de un poema que faltaba el respeto a los católicos. El texto
en cuestión, recitado por la poetisa Dolors Miquel decía: “madre
nuestra que estáis en el celo. Sea santificado vuestro coño, la
epidural, la comadrona (..) hágase vuestra voluntad en nuestro útero
sobre la tierra”.
Ada Colau, lejos de condenar la ofensa, argumentó que se trataba de
una “Madrenuestra que cantaba a la vida y a la libertad”. “Desde el
máximo respeto a las creencias de cada uno, quiero defender a la poetisa
que, sin intención de ofender a nadie, utilizó ‘la plegaria’ como forma
metafórica para recordar el poder creador de la ‘madre’, en contraste
con la represión de una cultura patriarcal que aún hoy sufrimos”, añadió
la regidora.
Para Óscar Bermán, estos casos ponen de manifiesto los “odios
feroces” de la regidora barcelonesa a la fe que profesan millones de
españoles. Critica también la “pusilanimería” de la Iglesia española.
“¿A a qué se está jugando? La Iglesia catalana y del resto de España
permanece sospechosamente callada. Esta no es la iglesia de los cientos
de mártires que en los años 30 del pasado siglo fueron asesinados por su
compromiso cristiano. ¿No se da cuenta de que esto le llevará otra vez a
sufrir lo que entonces? ¿Por qué los obispos nos dejan solos ante casos
como éste?”. “Parece”, añadió, “que los católicos somos la papelera
donde se puede tirar toda clase de basura y que todo el mundo lo admite
en nombre de un falso respeto y una falsa tolerancia”.
Ataques a las Fuerzas Armadas
Colau, ajena a que las Fuerzas Armadas son un símbolo de este país y
que son garante de la integridad del territorio español, considera
dañino todo aquello que tenga que ver con el Ejército y la milicia -una
institución altamente valorada por los españoles-. El pasado tres de
marzo saltaba a la luz que el Ayuntamiento de Barcelona quiere
desahuciar a los legionarios de la ciudad y que, para ello, la segunda
teniente alcalde de Barcelona y concejal del distrito de Sant Andreu,
Laia Ortiz, ha pedido al patronato de la Zona Franca que expulse a la
Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios.
Pero su “odio a todo lo que huela a España” -lamentó el líder del
PPC, Xavier García Albiol- no queda ahí. Este miércoles, la alcaldesa
comunicaba a los militares que se acercaron a saludarla en el Salón de
la Enseñanza celebrado en Barcelona que no deseaba que estuvieran en el
certamen “por lo de separar espacios”, dijo.
Ada Colau mostró su descontento a los militares presentes en el Salón
por su estand, ya que desde el Ayuntamiento han manifestado su
incomodidad por la presencia del Ejército en un espacio educativo, algo
habitual hasta ahora porque se ofrece como una salida formativa y
laboral a los estudiantes. Colau comunicó a los responsables del
expositor de formación en el Ejército que “no le gusta que estén en el
Salón”. El ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, calificó el
gesto de la alcaldesa hacia los militares como “una falta de respeto
institucional y una falta de educación en lo personal”.
Óscar Bermán va mucho más lejos: “El Ejército representa todo lo que
este saco de pringue ideológica más odia: el patriotismo, el sacrificio
ético, el esfuerzo al servicio de todos, la ejemplaridad en el trabajo,
la disciplina en el deber. A inicio de la democracia se hablaba mucho de
‘civilizar’ a los militares. Hoy sería necesario ‘militarizar’ a los
progres para que estos adquiriesen valores de los que carecen. No sería
nada malo transmitir esos mismos valores a los jóvenes españoles y
recuperar para ellos el servicio militar”.
Avance hacia la derecha y críticas al ‘niño Rivera’
Por otra parte, el portavoz del PP reitera el llamamiento a su
partido para que se sacuda los complejos ideológicos y avance hacia un
posicionamiento de derecha. “Dejemos ya el cuento del centrismo. Eso es
para gente como Arriola, Villalobos o Cifuentes, con los que no nos
sentimos nada identificados. El PP tiene que avanzar hacia la derecha y
recuperar a los electores que el 20 de diciembre dejaron de votarnos. La
derecha está de moda en Europa y constituye el futuro frente a las
políticas orientadas al reemplazo étnico y cultural de los europeos que
las izquierdas han intentado poner en marcha. La derecha representa, o
debería representar, los valores trascendentes y los principios éticos,
la justicia social, el apoyo a la familia, la lucha por la vida y contra
el aborto, la oposición a los proyectos de ingeniería social, la
defensa de hombres y mujeres por igual, el esfuerzo, el trabajo, la
disciplina, el apoyo a los emprendedores, el orden, la decencia, la
higiene física… Es decir, todo aquello de lo que la izquierda huye”.
“Siempre estaré mucho más cerca del director de Alerta Digital que
del director de La Sexta. Y si algún compañero del PP pensara de forma
diferente, sólo le cabría el calificativo de traidor”, remacha.
El edil de Palafolls se refirió asimismo al líder de Ciudadanos,
Albert Rivera, y a su pacto con el partido de Pedro Sánchez: “Siempre
dije en los círculos internos de mi partido que ese sujero era un
oportunista y un amoral. La ideología del ‘niño Rivera’ es el poder y
nada más. El ‘niño Rivera’ se ha vendido a Pedro Sánchez por dos
telediarios”.
Andalucía como ejemplo
Por último, Óscar Bermán dijo envidiar el clima de tranquilidad
social en Andalucía en contra de la opinión imperante durante años entre
los sectores separatistas catalanes y que tendían a trivializar y
caricaturizar a los andaluces. “Al final llevaba razón Ortega y Gasset
cuando decía que Andalucía era la comunidad de España con una identidad
más fuertemente arraigada. En Andalucía, la extrema izquierda no se
atreve a atacar los símbolos católicos como aquí. Allí se celebra la
Semana Santa en loor de multitudes y La Legión es venerada a su paso por
las calles de Málaga. Las romerías marianas congregan a millones de
personas. A ningún político andaluz se le ocurriría cuestionar las
corridas de toros. Todos allí se sienten fuertemente españoles antes
incluso que andaluces. Hay una paz social que en Cataluña hace tiempo
que perdimos. Insisto, Andalucía supone hoy un ejemplo de cómo un pueblo
orgulloso tiene que preservar su identidad religiosa y su acervo
cultural. Por eso no me extraña que miles de catalanes acudan cada año a
Andalucía a participar en sus romerías, en su Semana Santa, en sus
cruces de mayo, en sus fiestas patronales, en sus espectáculos
taurinos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario