lunes, 21 de marzo de 2016

Jorge Moragas, la niña de Rajoy, dio la orden al PP de Barcelona de “acabar” con Óscar Bermán para complacer al ‘lobby judío’

DG.- “No te equivoques. Ni Alberto Villagrasa (presidente del PP en Barcelona) ni Xavier García Albiol (portavoz del PP en el Parlament de Cataluña) han tenido nada que ver con las medidas adoptadas por el partido contra Óscar Bermán. Las órdenes vinieron directamente de Jorge Moragas, la niña de Rajoy. Alberto y Xavi sólo se han prestado, tal vez indignamente”. Quien hizo esta observación al periodista ha sido una de las personalidades más destacadas del PP en Cataluña. En la actualidad ocupa un discreto segundo plano, una posición que le permite ser sumamente crítico con el rumbo por el que transita el partido. Admite ser amigo de Óscar Bermán y se muestra indignado por la respuesta expeditiva, sin paños calientes, del partido por sus declaraciones contra Ada Colau, frente al silencio de la dirección nacional con los casos de corrupción. “Dice Rajoy que no estaba informado de estos casos y yo mismo le informé por escrito hace muchos meses”, señala rotundo.

Para nuestro interlocutor, la ‘caza de brujas’ desatada contra Bermán pone de manifiesto el caos interno que se vive dentro del PP y acusa en términos muy duros a Pedro Arriola, consejero áulico de Aznar y Rajoy, de ser el responsable de la indefinición moral e ideológica del partido. “Este tío se ha llevado ya más de doce millones de euros del partido. A la única que ha sido útil ha sido a la ‘fregona'” (término con el que se conoce a Celia Villalobos, mujer de Arriola, en algunos círculos).
A Óscar Bermán, sin embargo, lo define como “un político honrado y serio, que siente como pocos la camiseta del PP y que no merece lo que le está pasando”. Señala que el concejal de Palafolls cuenta con amplios apoyos dentro del PP catalán y advierte que, si se materializan las medidas disciplinarias anunciadas contra Bermán, aumentarían las desafecciones hacia Jorge Moragas, al que relaciona con la promoción “de dos nulidades como Pablo Casado y Andrea Lévy” y del que recuerda, por ejemplo, que “fue director de la campaña electoral en la que perdimos más de cuatro millones de votos”.

El PP y el ‘lobby judío’

Precisamente, la promoción de Andrea Lévy hasta la Vicesecretaría de Estudios y Programas del PP se considera una concesión de Moragas al poderoso ‘lobby’ judío, cuya influencia en el partido parece aumentar cada día. Nada que deba sorprendernos si nos atenemos a los precedentes. En el verano de 2006 Israel volvió a enzarzarse en una guerra contra el vecino país de los cedros. Mientras, lejos de allí, en Madrid, la política española se veía impregnada por este conflicto. Ante las críticas del Ejecutivo socialista a la agresión israelí, el Partido Popular hizo suya, junto a la embajada israelí, la “guerra contra el antisemitismo” a través de los responsables de la política exterior del partido, Gustavo de Arístegui y Jorge Moragas, ambos amigos íntimos.

El alineamiento de Moragas con la política israelí no es ni mucho menos una novedad. Hace unos meses, el pulso entre Presidencia y Ministerio de Asuntos Exteriores se saldó con un tanto para José Manuel García Margallo, que logró hacer valer sus argumentos para que España votase a favor de que Palestina pueda adherirse a la Organización de Naciones Unidas (ONU) como Estado observador con voz, pero sin voto. Los días previos se desarrolló un intenso debate entre los diplomáticos de la sede de Exteriores y el gabinete de Rajoy capitaneado por Jorge Moragas, para definir la posición española entre el sí y la abstención. Un pulso político en el que también ha intervenido ante Rajoy el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, y que, finalmente, se resolvió a favor de las tesis de Margallo, que convenció a Rajoy de los intereses que estaban en juego en esa votación y de su capital importancia para la maltrecha economía española. Desde entonces, la relación entre Margallo y Moragas apenas existe.

En su defensa sin desmayo de los intereses de Israel, Aznar ha contado siempre con la complicidad del jefe de gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, partidario de no generar suspicacias con la diplomacia israelí.

Vistos los precedentes, tal vez hallaremos una explicación a la “cruzada” contra Bermán presuntamente ordenada desde Moncloa con sólo leer sus declaraciones a Alerta Digital, el 19 de enero, en las que se refería a la inacción de Rajoy frente a los múltiples contactos que estaba manteniendo el líder del PSOE, Pedro Sánchez, con otros grupos parlamentarios para formar un Gobierno. “El PP se encuentra completamente paralizado. Sabemos que la aritmética parlamentaria no nos favorece, pero tampoco hemos escuchado a Rajoy defender una propuesta original, una idea genial, algo que al menos sirva para destapar las vergüenzas de la izquierda española y sus cómplices separatistas”.

Esta inacción de Rajoy sirvió a Bermán para aventurarse en una tesis prohibida en un partido con lobistas de la causa judía de tanto peso. “Empiezo a creer que el presidente del Gobierno en funciones prefiere dejar de serlo antes que tomar una decisión drástica frente al desafío de los separatistas. Me pregunto si Rajoy sirve a los intereses de su patria o a los del sionismo antieuropeo”.

No parece descabellado relacionar esta última frase con la tormenta política que dentro del PP provocaron las declaraciones de Óscar Bermán contra Ada Colau. “Entonces habría sido muy evidente que se tomaran medidas disciplinarias contra Bermán. Simplemente se le tomó la matrícula y se ha esperado a una mejor ocasión para pasarle factura”, explica nuestra misma fuente. Esa factura, por cierto, que la miríada de corruptos y arribistas del PP no recibió nunca.
El político que más cobra en España
Jorge Moragas, en el Congreso junto a Mariano Rajoy.
Jorge Moragas, en el Congreso junto a Mariano Rajoy.

La figura política de Jorge Moragas ha estado también relacionada con cosas más prosaicas. Su ostentosa melena, todo un icono del marianismo político, es también el símbolo del político que, pese a su manifiesta inutilidad, es el que más cobra en España.

Jorge Moragas, más conocido como la niña de Rajoy o el fontanero de la Moncloa, percibe un sueldo anual bruto de 222.431,85 euros.

Según datos de El Plural, el sueldazo responde a la suma de tres salarios, como director general del Gabinete del presidente del Gobierno (113.180, 07 euros), como diputado por Barcelona (54.644,36 euros) y, en concepto de gastos de representación y compensación por residencia en Madrid (52.601.42 euros).

Y eso que Moragas nunca ha ejercido como diputado, solo acompaña “al amo” de vez en cuando, lleva su cartera y papeles y le ríe las gracias. Durante los años que lleva como diputado (desde 2004), Jorge Moragas no ha intervenido nunca en el Congreso y tampoco ha presentado jamás iniciativa parlamentaria alguna. Él como otros que pasan por allí, lo hacen solo para cobrar otro salario más.

Es normal que no queden fondos públicos para pensiones, medicinas, educación, sanidad o para los desempleados. Si todos los políticos continúan cobrando tres o cuatro sueldos públicos, la deuda del estado llegará a los 2 billones de euros antes de lo esperado.

Moragas fue secretario de Relacciones Internacionales de Jose María Aznar. Sin entrar a valorar su tarea, al final las relaciones de Moragas desembocaron en la invasión y destrucción de Irak.

Con la llegada de Rajoy al poder en 2011, Moragas fue nombrado jefe de su Gabinete y desde entonces ha sido la “sombra despelujada” del presidente.

¿Qué tiene de especial Moragas, para cobrar tantos sueldos?

Moragas no sólo lleva la cartera a Rajoy en sus viajes internacionales. También le hace el trabajo sucio, el de las cloacas. Por ejemplo, el de Mata Hari para presionar a Victoria Álvarez, la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, para que delatara públicamente los chanchullos económicos de la familia Pujol.
Rajoy sabía que no podría sonsacar nada a Victoria Alvarez, ni aunque la hubiese dado una sobredosis de burundanga, por eso usó a su “Rodolfo Valentino particular” para esa tarea.
A Mariano Rajoy imitador sublime del costumbrismo del septimo arte y admirador de la trilogía The Goodfather, le gusta premiar los servicios prestados a los miembros más destacados de la familia del Partido Popular.

El embajador Wert, el senador Alberto Fabra, la senadora Rita Barberá, el “escoltado enemigo público número 1” Rodrigo Rato y ahora “su sombra despelujada” Jorge Moragas, son algunos ejemplos. Naturalmente, Óscar Bermán no goza del privilegio de formar parte de esa lista.


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